Vodafone pierde posiciones en España

Vodafone anunció hace mes y medio la salida de su CEO, Nick Read, tras cuatro años al frente del grupo. Ayer fue el turno de Colman Deegan,

CEO de Vodafone España e histórico de la casa, que dejará su puesto el 31 de marzo. En su primer semestre, a 30 de septiembre, Vodafone tuvo ingresos de 22.930 millones de libras (+2%), ebitda ajustado de 7.244 millones (-2,6%) y beneficio atribuido de 996 millones (plano). El margen ebitda es competitivo frente a otras operadoras, pero disminuyó dos puntos hasta el 31,6% y la rentabilidad sobre el capital empleado (Roce) del 5,1% es muy modesta. España es su cuarto mercado, y en el primer semestre fiscal generó el 9% de los ingresos, que compara con el 30% de Alemania, el 14% de Reino Unido y el 11% de Italia. En ese período, Vodafone España tuvo ingresos de 1.965 millones de euros (-4,5% orgánico) y ebitda ajustado de 445 millones (+0,2%), con una meritoria mejora de margen de 1,3 puntos hasta el 22,6%. Sin embargo, el posicionamiento relativo se ha debilitado debido a la prevista fusión entre MásMóvil y Orange, que relega a Vodafone al tercer lugar. En junio de 2022, Vodafone España lanzó una nueva ofensiva comercial, centrada en planes de tarifas simplificados y más transparentes para mejorar la lealtad de los clientes, pero en el primer semestre perdió 40.000 clientes de banda ancha y 10.000 de televisión por la ofensiva de precios de los low cost, si bien logró un aumento neto de 7.000 clientes y superó los 2,2 millones.

Desde la compra de Airtel, en 2001, Vodafone ha realizado intentos por ser líder en España, en particular con la compra de Ono en 2014, pero el grupo ha ido perdiendo fuelle y hace unos meses se rumoreó su posible venta a MásMóvil. A nivel grupo, la deuda neta es de 45.523 millones de euros, excluidos los arrendamientos. Algunos observadores apuntan a un posible plan de desinversiones en el que la filial española del grupo estaría en las quinielas.