Ayuso lanza fuertes incentivos fiscales para atraer inversión exterior a Madrid
OFENSIVA/ La presidenta madrileña anuncia una deducción del 20% en el IRPF para residentes fuera de España que “vengan a vivir a Madrid e inviertan su patrimonio”, medida que presenta como “contrapeso” al impuesto a las fortunas de Sánchez.
La batalla fiscal entre Madrid y el Gobierno central se recrudece en pleno año electoral. El ejecutivo que preside Isabel Díaz Ayuso ha afirmado en reiteradas ocasiones que defenderá con todas las herramientas a su alcance el modelo económico y fiscal de la región ante las embestidas armonizadoras del Gobierno central, y en los últimos días esa afirmación se ha plasmado en una contraofensiva en toda regla contra el impuesto de Pedro Sánchez a las grandes fortunas. Tras anunciar el miércoles que antes de que acabe enero recurrirá este nuevo gravamen ante el Tribunal Constitucional y solicitará su suspensión cautelar “porque ahuyenta la inversión, es injusto e inconstitucional”, Díaz Ayuso lanzó ayer un nuevo órdago al Ejecutivo al anunciar una deducción del 20% en el IRPF (en su tramo autonómico) para extranjeros o españoles residentes fuera de España que adquieran bienes o activos en Madrid y establezcan su residencia en la comunidad. Así lo anunció la mandataria madrileña durante su intervención en la XIII edición del Spain Investors Day.
Es una medida de calado con la que pretende contrarrestar, o al menos mitigar, el impacto de ese nuevo gravamen sobre los patrimonios presentes en la región atrayendo nuevos inversores y talento profesional desde el exterior. “Vamos a aprobar un incentivo fiscal para nuevos inversores en la Comunidad de Madrid que pretendemos actúe de contrapeso al impuesto de Patrimonio de Pedro Sánchez”, afirmó la presidenta de Madrid, quien añadió que “con esta nueva deducción, quien venga a vivir a Madrid e invierta su patrimonio, ya sea en una vivienda, en una empresa, o en productos financieros, va a obtener una reducción en el tramo autonómico de su Impuesto sobre la Renta correspondiente al 20% de dicha inversión”.
Esa deducción será aplicable a todo tipo de activos, ya sean financieros o inmobiliarios, como fondos de inversión, valores bursátiles, viviendas, ga
La deducción exigirá venir de fuera de España y residir en Madrid al menos durante seis años
El incentivo será aplicable a todo tipo de activos financieros e inmobiliarios: valores, fondos, viviendas...
rajes, participaciones en empresas y negocios o incluso obras de arte, podrá repartirse a lo largo de seis años, que será el periodo mínimo que los potenciales beneficiarios de la medida deberán mantenerse en la región para acceder al incentivo. De hecho, el gobierno regional no establecerá límites al volumen de la compra o inversión, “que será aplicable a partir del primer euro”, y el único tope anual será “la propia cuota de IRPF sobre la que se aplica la deducción del 20% de lo invertido”. Esto es, “si es suficiente para compensar toda la desgravación, se podrá hacer el primer año de la inversión; si no lo es, se irá repartiendo a lo largo de los siguientes cinco años”. Además, si se realizan inversiones adicionales, éstas darán derecho a nuevas deducciones, aunque –eso sí– la permanencia en la región deberá prolongarse de forma proporcional; es decir, otros seis años partir de la nueva adquisición. Los activos financieros no tendrán por qué estar ubicados en Madrid, pero los inmobiliarios sí.
El nuevo y ambicioso acicate fiscal, que el gobierno madrileño prevé aprobar en las próximas semanas para iniciar cuanto antes su tramitación parlamentaria con el objetivo de que entre en vigor este mismo año (los plazos son apurados, ya que a finales de mayo se celebran las elecciones autonómicas), está sujeto al cumplimiento de dos condiciones. De un lado, que el potencial beneficiario “venga de fuera de España”, por lo que no se competiría con ninguna otra autonomía. En concreto, el gobierno regional establece un mínimo de cinco años residiendo en el extranjero “para poder disfrutar de esta deducción”. Y de otro, “que invierta su patrimonio, en lo que quiera y cuanto quiera, pero que genere riqueza y prosperidad para todos”, manteniéndose en la región al menos durante seis años, señaló Díaz Ayuso.
La presidenta regional puso varios ejemplos sobre los perfiles de los beneficiarios de esa medida, con la que ahonda en su pulso con el Gobierno en materia fiscal. Así, por ejemplo, un joven español que hubiera emigrado durante la crisis de 2012 y que ahora deseara retornar a España, si se instalase en Madrid con su familia e invirtiera sus ahorros en la compra de una vivienda de 300.000 euros obtendría un ahorro fiscal de 60.000 en su IRPF, que podría repartir a lo largo de seis años. Otro supuesto: una persona que optara por instalarse en Madrid para teletrabajar e invirtiera 12.000 euros en valores del Ibex 35 o en un fondo de inversión podría deducirse hasta 2.400 euros. ¿Y si es un inversor extranjero? Díaz Ayuso aludió a un hipotético inversor estadounidense que invirtiese 500.000 euros para que un restaurante madrileño pudiera abrir en Nueva York. En ese supuesto, el ahorro fiscal ascendería a 100.000 euros distribuibles en media docena de años. Eso sí, la condición sine qua non para beneficiarse de esa deducción sería residir en Madrid y operar desde la región.