Sánchez defiende ante empresarios e inversores sus nuevos impuestos
‘SPAIN INVESTORS DAY’/ El presidente del Gobierno trata de congraciarse con las grandes compañías y fondos aplaudiendo su labor pero justifica la necesidad de las nuevas contribuciones fiscales solidarias.
“2023 no va a ser un buen año para la economía mundial”, reconoció ayer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para defender, sin embargo, que “España va a ser de los países que mejor navegue la incertidumbre”, consolidándose como un polo de atracción de la inversión internacional. Así lo sostuvo Sánchez durante su discurso de clausura de la XIII edición del foro Spain Investors Day, que aprovechó para tratar de congraciarse con los grandes empresarios e inversores, de los que venía distanciándose en los últimos meses al convertirlos en foco de los nuevos impuestos a compañías energéticas, entidades financieras y grandes fortunas. Ayer Sánchez aplaudió su aportación al crecimiento económico pero les pidió aceptar de buen grado las nuevas aportaciones fiscales solidarias como forma de hacer frente a la crisis inflacionista y energética.
“Quiero rendir homenaje a los empresarios y empresarias, emprendedores y emprendedoras, inversores e inversoras, que hacéis este país un poco mejor con vuestro trabajo”, destacó, concediendo que es un ejercicio de agradecimiento que no se verbaliza desde el Ejecutivo todo lo habitualmente que debería hacerse. Sánchez remachó la importancia del dinamismo y la creación de riqueza que aportan a la economía española los “emprendedores, empresarios e inversores”, que eran los colectivos que copaban mayoritariamente el acto celebrado ayer. Se trata del primer gran gesto de acercamiento al mundo empresarial protagonizado por el presidente en los últimos meses, en los que había pasado de organizar foros oficiales con los principales directivos del Ibex 35 a cargar contra los beneficios extraordinarios cosechados por algunos de ellos y a anunciar gravámenes extraordinarios sobre ellos.
Sánchez, de hecho, aprovechó la ocasión también para pedir comprensión al empresariado ante sus últimas medidas fiscales, que han sido frontalmente rechazadas por los principales sectores afectados. “Hace un par de meses mi Gobierno aprobó un impuesto temporal sobre beneficios caídos del cielo a las empresas eléctricas, y también a entidades financieras, por 3.000 millones y lo hicimos desde un convencimiento que me gustaría compartir con vosotros: en momentos tan extraordinarios quienes más tienen deben ayudar para proteger a la sociedad, a la que tanto deben y sin la cual ellos mismos no podrían prosperar”, defendió.
El Gobierno por su parte, agregó Sánchez, ha contribuido a combatir la crisis movilizando 45.000 millones de euros en paquetes de medidas paliativas contra los efectos económicos de la invasión rusa sobre Ucrania. Su objetivo, expuso, ha sido el de “proteger a las familias, el tejido productivo e industrial frente a la inflación que aún les azota y afecta a las cuentas de resultados de nuestras empresas”.
En paralelo, añadió el presidente del Gobierno, desde el Consejo de Ministros se han impulsado medidas para mejorar el marco de actuación empresarial y la atracción de talento, como la ley crea y crece, la ley de start up, la reformar concursal, el impulso de la formación profesional, o las crecientes inversiones en ciencia o la innovación.
“En definitiva, no por nada España figura en el top 10 de los mejores países europeos para hacer negocios en la mayoría de ráking internacionales y es considerado el décimo país del mundo en regulación más propicia para la inversión extranjera”, reivindicó.
Récord de inversión
Como resultado, “los inversores y analistas dan cuenta de la confianza en nuestro país y ayer mismo [por el miércoles] el diario señalaba que España en 2022 alcanzó el máximo histórico de inversión extranjera directa, con más de 32.800 millones, un aumento del 23,9% respecto al año anterior”, dijo.
Generar este clima, apuntó el presidente, se ha logrado también con las “reformas y el rápido despliegue de fondos europeos” del plan Next Generation. Sánchez reconoció que al empresariado le gustaría que las ayudas europeas se ejecutaran con mayor rapidez pero aseguró que el Gobierno hace todo lo que puede en la medida de sus posibilidades mientras pide a Europa que agilice la política de concesión de ayudas.
Finalmente, Sánchez avanzó que la presidencia española de la Unión Europea, en el segundo semestre del año, se centrará en mejorar la autonomía energética y la justicia social, mientras que el Gobierno seguirá trabajando, en clave nacional, en solventar debilidades de la economía española como pueden ser la lentitud de la Justicia, admitió.
“2023 no va a ser un buen año para la economía mundial, pero España lo navegará bien”