Las filiales de Dentix ultiman demandas a KKR por la quiebra
CIBanco, el mayor acreedor de la matriz de Dentix, culpa al fondo de inversión de la bancarrota
Las filiales de la cadena de clínicas dentales Dentix preparan nuevas demandas contra el fondo de inversión KKR, al que acusan de la quiebra de la compañía. El Juzgado de lo Mercantil número 2 de Madrid que lleva el concurso ha dictado en las últimas semanas resoluciones en las que autoriza, a petición del administrador concursal, Ius+Aequitas, los gastos necesarios para emprender las acciones legales, de acuerdo a la documentación consultada por EXPANSIÓN.
Estos gastos se computan en el concurso como créditos contra la masa, que son todos los gastos que se generan en el desarrollo del procedimiento tras la declaración del concurso. Estas demandas se suman a la reclamación principal contra KKR, iniciada por la matriz de Dentix, que era la que tenía el contrato firmado con el fondo de inversión.
Frente judicial
devuelto al juzgado de instancia, donde finalmente se tramita.
El papel de KKR
La presentación de estas nuevas demandas coincide con otro reciente escrito presentado por la entidad financiera mexicana CIBanco, que no solo pide al administrador concursal que declare a KKR culpable de la quiebra, si no que también le solicita que pida al juez que acuerde el embargo cautelar de sus bienes.
CIBanco, con un crédito reconocido de cerca de 24 millones, es el principal acreedor de la matriz de Dentix.
No obstante, la calificación del concurso ha quedado suspendida hasta que se resuelvan primero las reclamaciones dirigidas contra el fondo.
La ley establece que el juez debe determinar las causas de la quiebra de una compañía. Si considera que ha sido por culpa de sus administradores, el concurso se declarará culpable; pero si el motivo de la bancarrota obedece a factores externos no atribuibles a los administradores, el concurso se declarará fortuito.
La última palabra la tiene el juez tras escuchar al administrador concursal y a los acreedores.
La calificación culpable del concurso no tiene consecuencias penales, pero sí civiles. Los administradores pueden ser obligados a asumir responsabilidades económicas de la compañía o ser inhabilitados para administrar otras empresas, por ejemplo.