Bancos y ‘fintechs’ se enfrentan por la regulación de los ‘criptos’
Plataformas como Coinbase o Binance piden una normativa a la medida.
El Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés) está trabajando en un nuevo marco que regule los criptoactivos y las actividades relacionadas a escala internaciona. El organismo creado por los países del G20 para evitar futuras crisis financieras, recabó en una fase de consulta pública la opinión de todas las partes interesadas en participar en la elaboración de esta normativa global.
Bancos y tecnológicas coinciden en la necesidad de contar con una regulación, aunque también han mostrado posiciones contrapuestas en aspectos clave, según se desprende de los escritos en los que reflejan sus respectivas sugerencias.
La organización que agrupa a las cajas de ahorros en Europa y a escala internacional, WSBI-ESBG, presidida por Isidro Fainé, y de la que forma parte la Ceca, aboga porque el FSB apruebe un marco normativo que se ciña al principio de “misma actividad, mismo riesgo, misma regulación”.
En este sentido, las cajas de ahorros insisten en que debe haber consistencia entre los requerimientos que se aplican a los productos financieros tradicionales y los que sobrevuelan los criptoactivos. WSBI-ESBG pide una “neutralidad tecnológica” que no penalice la inversión en una modalidad específica de instrumentos.
Unos principios similares defiende la patronal bancaria británica UK Finance, de la que forman parte entidades españolas como Santander, Sabadell o CaixaBank. Esta organización quiere que los criptoactivos estén dentro de la regulación financiera ya existente, aunque “pueda ser necesario expandir o clarificar” algunos aspectos normativos para garantizar una correcta supervisión de estos instrumentos.
La banca europea es consciente de que la naturaleza innovadora de estas nuevas tecnologías puede obligar a las autoridades a modificar la regulación existente para que puedan entrar en su perímetro. Pero lo que reclaman las plataformas digitales va más allá de las pretensiones de los bancos.
Traje a medida
Coinbase, la fintech especializada en la compraventa de criptoactivos impulsada por BBVA, rechaza el enfoque de la banca y aboga por una regulación “hecha a medida” y que responda a las características específicas de esta tipología de actividades.
Este traje personalizado debería enfocarse, según Coinbase, en los resultados, reconociendo que “no todas las combinaciones de actividades se deberían regular de la misma manera”. La plataforma digital pone como ejemplo tres modelos distintos en los que los servicios de cambio de divisas se combinan con la custodia de activos, con un bróker online o con un creador de mercado, entre otras opciones.
Otra plataforma internacional que opera con criptomonedas, Binance, también rechaza la idea de una misma regulación para todas las actividades, ya que a su juicio los activos digitales “presentan desafíos y oportunidades distintos a los de las finanzas tradicionales”.
El neobanco Revolut, participado por BBVA, comparte el principio de aplicar una misma regulación a actividades de igual riesgo, pero exige diferenciar entre aquellas plataformas que proporcionan servicios o productos vinculados a criptoactivos de alto riesgo y las que operan con instrumentos menos arriesgados.
El papel de la banca
Al margen del debate sobre qué perímetro exacto ha de cubrir la regulación, las patronales bancarias europeas defienden ante el G20 que los bancos deben jugar un papel clave en el mercado de los criptoactivos.
WSBI-ESBG, por ejemplo, resalta el rol de las entidades como operadores de confianza con gran capacidad de protección del consumidor y de sus datos. Por ello, en su opinión, “no deberían verse penalizadas por costes regulatorios o requerimientos desproporcionados” en comparación con los de las plataformas digitales.
También UK Finance recalca el papel “benéfico” que a su juicio desempeñarán los bancos en el mercado de los criptoactivos “a través de su mejor gestión de los riesgos y mayor transparencia”. La patronal británica, además, cree que las entidades bancarias son las mejor posicionadas para sacar todo el partido a tecnologías como el
blockchain en segmentos como el mercado de capitales o los pagos.