Creand ficha nuevo responsable de negocio de la red externa
La entidad especializada en banca privada Creand Wealth Management (antiguo Banco Alcalá) ha fichado a Esther del Rincón como responsable de desarrollo de negocio de Redes Externas.
Del Rincón cuenta con más de 15 años de experiencia en el sector financiero y el segmento del asesoramiento y la banca privada y se incorpora desde Caser Asesores Financieros. Antes de eso, ha ocupado posiciones en otras entidades como Edmond de Rothschild Europe, Inversis y Andbank.
“Este fichaje nos permite reforzar la unidad de redes externas, y encaja con el objetivo de la entidad de captar talento de profesionales que año mejor que el pasado, pero contenido, para el resto de empresas.
“Las empresas españolas acumularon durante años una gran liquidez y no tienen urgencia de acudir al mercado con fuerza salvo que aparezcan operaciones corporativas”, prevé Fernando García, director de Mercado de Capitales de Société Générale.
García señala incluso una cierta regresión en las fuentes de financiación de las empresas, de vuelta a la financiación bancaria frente a la emisión de bonos después de que los préstamos se hayan encarecido menos.
De cara a 2023, los expertos de Société Générale vaticinan que los intereses de la deuda puedan estabilizarse o incluso descender, con los diferenciales de riesgo de crédito a la baja conforme se despejen las nubes sobre la economía. cuenten con una trayectoria consolidada en el ámbito del asesoramiento financiero y la banca privada, lo que nos permite seguir potenciando la calidad y el crecimiento de nuestra red, en un momento en el que nos encontramos en plena fase de expansión”, destaca el director de Redes Externas de la banca privada, Álvaro Ximénez de Embún.
Morgan Stanley ha impuesto a sus empleados sanciones económicas de entre mil dólares y más de un millón por enviar mensajes relacionados con el trabajo a través de WhatsApp y otras plataformas de mensajería.
La noticia coincide con el intento del banco de penalizar a los empleados por un escándalo que empañó la reputación del grupo y por el que tuvo que pagar 200 millones de dólares de multas a los reguladores el año pasado.
Según han explicado fuentes del entorno, las sanciones, que oscilan entre unos pocos miles de dólares y más de un millón de dólares por persona, se basan en un sistema de puntos que tiene en cuenta factores como el número de mensajes enviados, la antigüedad del banquero y si había sido advertido con anterioridad.
Descuento del bonus
En función de la cuantía de la sanción, las sanciones se cobran restándolas de bonus anteriores o se descontarán de futuras pagas.
Estas penalizaciones a los empleados son la última consecuencia de una amplia ofensiva de los reguladores estadounidenses contra Wall Street por el uso de teléfonos personales y apps no autorizadas.
Las múltiples investigaciones han dado lugar a multas por valor de más de 1.000 millones de dólares en todo el sector bancario.
Los reguladores estadounidenses creen que la incapacidad de los bancos a la hora de garantizar que las comunicaciones electrónicas de los empleados se almacenen debidamente han obstaculizado sus investigaciones.
Despidos y advertencias
En 2020, Morgan Stanley despidió al menos a dos altos cargos de su división de materias primas –Nancy King y Jay Rubenstein– por su uso de apps personales de mensajería, según informó entonces Financial Times.
Otros operadores del equipo de materias primas de Morgan Stanley también recibieron advertencias sobre su uso de apps de mensajería.
Además, otras entidades como Credit Suisse y HSBC también han despedido a banqueros implicados en el escándalo.
Morgan Stanley ha sido uno de los bancos más afectados por la investigación, y el año pasado acordó pagar 200 millones de dólares a la Comisión del Mercado de Valores (SEC) y a la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas.
Vigilancia estricta
Morgan Stanley ofrece ahora a sus empleados sesiones de formación en las que se explican los casos en los que deben trasladar las conversaciones en dispositivos personales a la dirección de correo electrónico del trabajo.
Esto puede incluir casos aparentemente triviales en los que los compañeros intercambian mensajes sobre la hora o el lugar de una reunión.
El grupo ha advertido a los empleados de que estos mensajes aparentemente sin importancia suelen derivar en diálogos de más trascendencia.
Muchos bancos exigen ahora a los empleados que saquen una foto de los mensajes relacionados con el trabajo en sus dispositivos personales y los envíen a los departamentos de compliance para que puedan conservarse.