LAS COMPAÑÍAS MÁS VALIOSAS EN IA GENERATIVA
Blacke Lemoine estará revolviéndose en el sofá de su casa mientras dice aquello de “ya os lo dije”… Lemoine es el ingeniero de Google al que la compañía despidió el pasado verano por asegurar que la inteligencia artificial de su empresa había cobrado vida. Blake se jugó su puesto de trabajo y su futuro profesional al publicar que su sistema avanzado de IA utilizaba información para enriquecer las conversaciones de forma natural. También creía que es capaz de comprender significados ocultos y respuestas ambiguas. Llegó a afirmar que “si no supiera que se trata de un programa de computadora construído por nosotros, creería que es un niño de 8 años que sabe física”.
Han pasado unos meses desde aquel episodio de Lemoine y la discusión sobre la conexión emocional, la vida propia de las máquinas, el hecho de que tomen decisiones o influyan definitivamente en esas decisiones... Y ahora nos encontramos con un nuevo boom de la inteligencia artificial, y en concreto de la IA generativa.
Quién no habrá oído hablar de ChatGPT a estas alturas, el chatbot especializado en mantener conversaciones con personas que una semana después de su lanzamiento, a finales del año pasado, registró un millón de usuarios. The Times llegó a describirlo como el “primer chatbot verdaderamente útil del mundo; un sistema de lenguaje conversacional asombrosamente realista
En millones de dólares. diseñado para responder preguntas de seguimiento, admitir sus errores, desafiar premisas incorrectas y rechazar solicitudes inapropiadas”. Y TechCrunch aseguró que “el potencial de algo como ChatGPT de OpenAI podría eventualmente suplantar un motor de búsqueda como Google”.
Hablamos de un modelo de IA que se entrena con datos masivos, es decir, con toda la información que los seres humanos hemos volcado a Internet, de tal manera que aprende con todo lo que le hemos dicho y enseñado. Esto le permite saber de todo, y estos modelos están pensados para ser únicos en cada una de las respuestas.
No es extraño que el pasado 23 de enero Microsoft anunciase una nueva alianza con OpenAI, la compañía creadora de ChatGPT, que se traduce en una inversión de 10.000 millones de dólares que la organización dirigida por Satya Nadella realizará en OpenAI a lo largo de varios años.
Esto ha extendido rápidamente los casos de uso de la IA generativa, un fenómeno de oportunidades de negocio y nuevas posibilidades en multitud de sectores que está de moda en la industria tecnológica. Los expertos aseguran que la IA generativa cambia la forma en que creamos nuevos contenidos online y la manera de experimentar Internet. El fenómeno desencadena un frenesí en Silicon Valley.
Pero no es ChatGPT todo lo que reluce en la IA generativa, y así CB
juegos, educación, atención médica, comercio minorista o en el sector legal. Los ejemplos reales de estos “hermanos” de ChatGPT explican la creciente pujanza de este fenómeno.
Para entender qué es la inteligencia artificial generativa hay que explicar que la inteligencia analítica o tradicional se refiere a la capacidad que tienen las máquinas de analizar un conjunto de datos y encontrar patrones para multitud de casos de uso. Pero cuando la máquina genera algo nuevo en lugar de analizar algo que ya existe nos encontramos con la IA generativa, que es inteligencia artificial que puede generar contenido nuevo, en lugar de simplemente analizar o actuar sobre los datos existentes.
Un reciente estudio de Sequoia explica que “los humanos no sólo somos buenos analizando cosas, también lo somos creando. Escribimos poesía, diseñamos productos, creamos juegos y generamos código. Hasta hace poco, las máquinas no tenían ninguna posibilidad de competir con los humanos en el trabajo creativo: estaban relegadas al análisis y al trabajo cognitivo de memoria. Pero las máquinas están empezando a crear cosas sensibles y hermosas”.
La IA generativa tiende a volverse mejor en algunos casos que lo que los humanos crean a mano. También es