Los diputados ‘tories’ piden al ministro de Hacienda, Jeremy Hunt, una rebaja de impuestos con el antecedente que provocó la dimisión de Liz Truss aún en el recuerdo.
PRESIÓN/
Bajar impuestos. Este es el encargo que un grupo de diputados del Partido Conservador le hizo al ministro de Hacienda británico, Jeremy Hunt, en una reunión mantenida a finales de enero por el conocido como Comité 1922, integrado por los diputados tories sin cargo en el gobierno. Según Bloomberg, alrededor de 40 diputados del total de 355 con los que cuenta el partido tory en la Cámara de los Comunes asistieron a esta cita en la que varios representantes conservadores indicaron a Hunt que el próximo proyecto de presupuestos debería incluir un recorte de impuestos, aunque existe consenso entre la mayoría de diputados conservadores sobre que dicha rebaja deberá realizarse una vez la inflación, que cerró 2022 en el 10,5%, esté controlada.
Al Comité 1922 se le atribuye una enorme influencia dentro del Partido Conservador, ya que, además de servir semanalmente para que los diputados de base expresen sus opiniones y posicionamientos ante distintos temas, tiene capacidad para nombrar o derrocar al líder de la formación. Su última víctima, Liz Truss, ha pasado a la historia como la primera ministra más fugaz tras dimitir a los 45 días de mandato al observar que no tenía apoyo suficiente entre sus filas. Precisamente fue el anuncio de una importante rebaja de impuestos lo que desató una crisis en el Gobierno de Truss, que tuvo que recular en sus intenciones escasos días después de anunciar un recorte de impuestos que incluía la rebaja del tipo máximo del 45% al 40% para las rentas mayores de 150.000 libras anuales. Las medidas provocaron un gran rechazo tanto social como de los mercados en un momento marcado por la crisis económica e inflacionista originados por la invasión rusa de Ucrania, con la desconfianza de los mercados ante lo que consideraron que supondría un importante descuadre de las cuentas británicas, con una deuda pública en el entorno del 100% del PIB y una economía en recesión que ha encadenado uno tras otro los impactos del Brexit, la crisis del coronavirus y la guerra en Ucrania.
Los antecesores de Truss como líder del partido y primer ministro, Boris Johnson y Theresa May, que vieron mermado su liderazgo en el partido tras las mociones de * confianza a las que fueron sometidos por sus propios diputados, también cayeron a manos de un Comité que en 1990 se cobró la cabeza de la mismísima dama de hierro, Margaret Thatcher, cuando aún era primera ministra, precisamente por la impopularidad social de la implantación del impuesto conocido como poll tax y las desavenencias internas respecto al encaje de Reino Unido en la entonces conocida como Comunidad Económica Europea.
La dimisión de Truss en octubre del pasado año, causada por la crisis desatada por el anuncio de una rebaja fiscal de alrededor de 50.000 millones de euros, la mayor del último medio siglo, dio paso a la apuesta del Comité por el actual primer ministro Rishi Sunak, que en sus primeras decisiones acometió una subida de impuestos por valor de 55.000 millones de libras con la que afianzar las finanzas públicas y recuperar la confianza de los mercados.
De esta manera, pese a que el actual ministro Hunt ha indicado el escaso margen para rebajar impuestos, Sunak, que fue ministro de Finanzas de Boris Johnson entre febrero de 2020 y julio de 2022, tiempo durante el que decidió varias subidas de impuestos que luego fueron anuladas por Truss, se ve ahora en la tesitura de mantener una política fiscal sin cambios que dé estabilidad a la economía británica y mantenga la confianza de los mercados, o, por el contrario, atender la petición de recorte de la presión fiscal de un Comité tory acostumbrado a quitar y poner primeros ministros.
Hunt ha señalado el escaso margen para rebajar impuestos y la prioridad actual de controlar la inflación
Sunak fue elegido primer ministro tras la crisis abierta por la rebaja fiscal anunciada por Truss
Truss, Johnson, May y hasta Margaret Thatcher, han sido víctimas del Comité de diputados ‘tories’