Tres preguntas para Pablo Isla

– ¿Quién es su ejemplo de liderazgo?

Amancio Ortega. Al cien por cien. Admiro su visión para crear una empresa con un modelo de negocio disruptivo. También la forma en que siempre ha sabido sacar lo mejor de todos los que le rodean y su constante interés por mejorar. Todo puede ser siempre mejor.

– ¿Cuál fue su primera lección de liderazgo?

Fue de mi padre. Ocupó varios cargos ejecutivos. Siempre había un nivel de compromiso, un nivel de ética. Además, tenía una visión práctica sobre cualquier problema empresarial, la orientación al cliente.

– Si no hiciera lo que hace ahora, ¿a qué se habría dedicado?

Siempre me ha interesado mucho más la gestión, pero también me encanta la abogacía. Si no hubiera podido ser CEO, seguramente habría creado mi propio bufete de abogados.

Si pienso en algo totalmente distinto, quizá habría sido director de cine. Me apasiona.

Cuando le pregunto a Isla si participó en la sucesión que designó a Maceiras, responde: “Es un asunto confidencial, pero confío plenamente en la forma en que hemos organizado la sucesión y el equipo directivo de la empresa”.

Isla tampoco quiere pronunciarse sobre Marta Ortega. “Conozco a Marta desde que estaba en la universidad y hemos compartido muchos momentos familiares. Pero nunca me ha gustado comentar o criticar a otras personas”.

Después del Inditex, Isla conserva un puesto en el consejo de Nestlé, el grupo suizo de bienes de consumo, y es patrono de la Fundación Amancio Ortega. En IE, Isla puede compartir su experiencia directiva con los estudiantes. Pero no se ve a sí mismo como un profesor al uso, de pie frente a un auditorio, y tiene una actitud más informal. Quiere mantener una conversación con el decano de la escuela de negocios ante los nuevos alumnos.

Y también tiene tiempo para otra de sus pasiones, el cine. Isla es cofundador de una productora de cine. “En mi primera etapa en la universidad, iba todas las tardes. Cuando empecé a alquilar vídeos, era el mejor cliente de la tienda”, recuerda.