Kibo se estrena en ‘private equity’ junto a Oliver Wyman
LANZA UN FONDO DE 200 MILLONES/ La gestora de ‘venture capital’ sale al mercado con una nueva estrategia en la que contará con el respaldo de la consultora estratégica.
Kibo Ventures se lanza al private equity en alianza estratégica con la consultora Oliver Wyman. La gestora liderada por Aquilino Peña, que hasta la fecha sólo ha operado en venture capital, acaba de lanzar un nuevo fondo que busca consolidar sectores de servicios tradicionales híper fragmentados –aquellos cuyas empresas contribuían a engrosar el volumen de las antiguas Páginas Amarillas— incorporándoles un ángulo de tecnología que las consiga llevar a un nuevo nivel.
El vehículo, que ha sido bautizado como Nzyme, se está tramitando en la CNMV en la actualidad y tiene por objetivo levantar 200 millones de euros, aunque puede elevar su tamaño hasta los 270 millones de euros (hard cap) si la demanda supera las expectativas. El 5% del fondo, es decir 10 millones de euros, está comprometido ya por sus propios gestores.
Se trata de un equipo de cinco personas que está formado por un exdirectivo de Advent (Fernando Díaz Solís, que tiene más de 20 años de experiencia en private equity), dos socios de Oliver Wyman que pasan a estar en plantilla de Kibo (Vicente Vazquez Bouza y Jose Manuel Gasalla) y uno de los actuales socios de Kibo (Juan López Santamaría, con más de 15 años experiencia en inversión y tecnología).
También formarán parte del comité de inversión los fundadores de Kibo Ventures, Aquilino Peña y Javier Torremocha y el presidente de Oliver Wyman en España y Portugal, Pablo Campos. La consultora, además, proporciona al fondo acceso privilegiado a su conocimiento sectorial y operativo, así como su red internacional.
En su mensaje a los inversores Nzyme (enzima, en inglés) se define como un fondo de private equity dedicado a empresas de pequeña capitalización, con el foco en adquirir mayorías en compañías rentables dentro de industrias de servicios B2B con potencial para la creación de valor tecnológico.
En su libro de estilo, se prevé un apalancamiento moderado de las compañías en las que inviertan, apostando por su internacionalización y profesionalización. El plan es ejecutar build-ups agresivos (crear grupos a partir de varias compras de empresas) orientando los negocios hacia el sector de la tecnología, parte que corre a cargo de Kibo.
“Atacamos un mercado de 540.000 pymes en España. El 50% de ellas son menos productivas que las empresas más grandes, el 70% son familiares y el 55% deben encarar el relevo generacional, por lo que apoyarlas con capital puede desbloquear su crecimiento”, reza el teaser de Nzyme.
Además, entienden que van a atacar un mercado en el que no existe competencia, pues buscan ocupar un espacio entre el private equity tradicional y el venture capital debido al pequeño tamaño de las compañías en las que buscan invertir y sus ratios de crecimiento actual.
Entre los sectores que busca consolidar el nuevo fondo de Kibo se sitúa el de las gestorías, así como el de la distribución a comercios. Hace unos años podría haber sido el de los administradores de fincas. La TIR objetivo se sitúa en el 20%, con un múltiplo sobre capital invertido de entre 3,5 y 4 veces, si bien los retornos podrían ser mayores.
“El fondo tiene un perfil de riesgo de private equity con retornos de venture capital”, explican los promotores del fondo en una conversación con EXPANSIÓN.
Se prevén entre 10 y 14 proyectos con una inversión en cada uno de entre 10 y 20 millones de euros. Ninguno de ellos podrá suponer más del 15% del capital del vehículo.
El fondo se empezará a comercializar oficialmente una vez que reciba el visto bueno de la CNMV. Se prevé una importante inversión por parte de socios de Oliver Wyman y se dirigirá también a inversores institucionales. Nzyme acudirá a la próxima convocatoria del Fond-ICO Global y a programas similares de la UE.
Y es que el entorno actual no es el propicio para salir a la carretera de la recaudación, pero los gestores del fondo confían en que su propuesta diferencial les ayude a completar su propósito en el menor tiempo posible.
Las automatriculaciones de automóviles experimentaron en enero un descenso del 6,54% en comparación con el mismo mes de 2022, con un volumen de 6.472 operaciones, lo que representa un 10,1% del mercado total de turismos en España al cierre del mes pasado.
El descenso en este tipo de operaciones tácticas, que en ocasiones han sido utilizadas por marcas y concesionarios para cumplir objetivos comerciales, se explica por la escasez de stock de automóviles nuevos para la venta, con motivo de la crisis de los microchips, de los problemas en la cadena de suministro o de la situación macroeconómica, lo que ha provocado que la demanda por parte de los clientes no se pueda satisfacer y se eleven los precios.
Así, las marcas que tienen disponibilidad de coches ya no necesitan realizar matriculaciones tácticas –incluyen km 0, modelos para exportación, automatriculaciones y flotas para uso interno de la marcas— para cumplir con sus objetivos de ventas, puesto que al existir grandes retrasos en la entrega de los pedidos, los modelos en stock o con plazos reducidos son especialmente codiciados por los clientes.
Kibo busca atacar un nicho de mercado en el que considera que no va a tener competencia
Concesionarios y marcas recurren menos a estas operaciones por la menor oferta
Las ‘tácticas’ copan el 10% del mercado en el primer mes del año, con 6.472 matriculaciones
“Problema de oferta”
El presidente de la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto), Gerardo Pérez, explica a EXPANSIÓN que, a pesar de que existe un “problema” de oferta, el porcentaje de matriculaciones tácticas se mantiene en torno al 10%, igualando cifras de antes de la pandemia.
Pérez destaca que las automatriculaciones “forman parte de la dinámica de la distribución” y añade que es bueno para todas las partes que estas se hagan de forma “consensuada”, ya que hay marcas que intentan mitigar la caída del mercado a través de esta herramienta, mientras que otras solo hacen las operaciones “indispensables”.
“Sigue llamando la atención el gran número de compras que estamos haciendo los concesionarios de vehículos eléctricos que no tienen salida en el mercado a instancias de los fabricantes. Es un inmovilizado que pesa mucho y que cuesta sacar adelante”, alerta el directivo.
El recorte en las automatriculaciones el mes pasado rompe con la senda alcista del 0,22% con la que cerró 2022, con 82.394 operaciones de este tipo, que representaron un 11,08% del total del mercado, mostrando en enero una menor penetración de este tipo de ventas, según datos de MSI.
Todo ello se enmarca en un entorno de mercado de incremento de los precios de los coches. El mes pasado se anotaron una subida interanual del 8,5% en el segmento de modelos nuevos, lo que supone una desaceleración respecto al 10,4% de diciembre, mientras que los automóviles usados se encarecieron un 16,5% el mes pasado y siguen en máximos históricos.