La operación, pendiente de Competencia
El comunicado redactado ayer no aclara si la fusión deberá pasar los filtros de la Dirección General de Competencia de la Comisión Europea o de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), o de ambas autoridades.
Hoy se espera que se den a conocer detalles de la operación, pero debe tenerse en cuenta que fue la postura de Bruselas contraria a la operación la que arruinó la fusión, de ahí que es previsible que el acuerdo, además de contemplar los términos económicos, se refiera también a cómo aliviar las exigencias antimonopolio. Y tampoco está claro que una lectura en Madrid vaya a ser menos exigente que en Bruselas.
“La concentración habría afectado negativamente a la competencia en varias rutas nacionales, de corto radio y de largo radio en España. IAG presentó remedios, pero no satisfacían nuestras inquietudes. Debe preservarse la competencia”, concluía la vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea Margrethe Vestager, en un comunicado el 16 de diciembre de 2021.
Volotea e Iberostar
IAG propuso ceder conexiones nacionales y europeas a Volotea para cumplir las exigencias comunitarias y que en ciertas rutas se preservasen al menos dos operadores. Lo mismo sucedió en los corredores con América, pero en esta ocasión las habría asumido W2M (Iberostar). Ambas propuestas fueron insuficientes. Una de las incógnitas es si se mantienen estos acuerdos y sobre qué rutas.
Debe tenerse en cuenta que en Barajas, a diferencia de lo que sucede con Heathrow, Fráncfort y París –y más con Ámsterdam, que ha reducido el número de operaciones máximas–, nunca se ha limitado la entrada de ninguna compañía por falta de espacio, de ahí que, en la práctica, una aerolínea puede ofrecer cualquier ruta.