Barajas reestructura su espacio aéreo para recortar esperas y contaminación
Enaire, gestor de navegación aérea, ha reestructurado el espacio aéreo del aeropuerto de Madrid con la ejecución de un nuevo proyecto denominado Ambar. El objetivo principal, según explicó ayer la compañía pública, es “optimizar la gestión del tráfico aéreo y mejorar la eficiencia de las operaciones aéreas”, lo que a su vez se traducirá en ahorro de tiempo y de combustible para las aerolíneas.
En el cambio de procedimiento intervienen los controladores y los recursos técnicos que se utilizan. Hasta ahora, los aviones tenían que guardar cola y aterrizar uno a uno. Con el nuevo sistema, que mejora la seguridad, se permite la llegada en paralelo y aterrizar a la vez, siempre respetando las distancias de seguridad. En cambio, esto no es posible para despegar y las salidas seguirán siendo individuales.
Enaire, titular del 51% de Aena, apuntó: “El desarrollo de este proyecto incluye modificaciones y mejoras en los procedimientos de llegada instrumental en las aproximaciones al Adolfo Suárez posibilita el modo de operación mediante aproximaciones independientes en las pistas paralelas actuales [18R y 18L] en ambas configuraciones, norte y sur”.
La compañía afirma que se gana eficiencia y, aunque rehúye hablar de mejora de capacidad –medida en número de operaciones por hora–, sí que supone un avance en las posibilidades que tiene Barajas de ver aterrizar más aviones y, en todo caso, de que las operaciones sean más rápidas y se reduzcan las emisiones, con el beneficio económico consiguiente para las compañías. “Los cambios propuestos mejorarán la gestión del tráfico aéreo y los flujos de salida y llegada al aeropuerto”, subrayó Enaire.
El ruido y los horarios, igual
El cambio no modificará el impacto acústico y tampoco implicará modificaciones en los horarios de los vuelos. No se espera una afectación significativa sobre los espacios de la Red Natura 2000.
Bajaras está todavía lejos de su capacidad óptima. En 2019, su año récord, se quedó cerca de 62 millones de pasajeros, si bien su máximo está fijado en 70 millones de turistas. Aena tiene prevista una ampliación, tanto de la T4 como de la T123, por un global de 2.400 millones de euros y que no verá la luz antes de que termine la década.
La modernización del espacio aéreo de Barajas permite, según Enaire, satisfacer las exigencias normativas previstas para los años 2024 y 2030 en el Reglamento Europeo de Ejecución 2018/1048. Se prevé que estas mejoras se vayan extendiendo al resto de espacios aéreos del país.
El nuevo sistema permitirá mejorar la capacidad con la gestión de dos aterrizajes a la vez