Bankinter lanza una oferta para operar gratis en Bolsa
Del aterrizaje duro al aterrizaje suave y al no aterrizaje. En pocos meses, los inversores han ido cambiando de forma radical sus previsiones sobre el vuelo de las economías occidentales, provocando fuertes sacudidas a los mercados.
La idea de un aterrizaje duro (severa recesión con inflación disparada) que provocó grandes caídas el año pasado en acciones y bonos fue dejando paso a la expectativa de un descenso más pausado (recesión suave con moderación de la inflación) que facilitó el rebote a partir de octubre de 2022 y, sobre todo, al inicio de este año 2023.
Y ahora, ha empezado a abrirse paso la previsión de que el avión económico siga su curso, manteniendo cierto nivel de crecimiento. Aunque pueda parecer algo positivo, esta nueva previsión ha provocado correcciones bursátiles y de la renta fija en febrero, ya que un buen ritmo de la actividad económica puede hacer que los tipos de interés suban más allá de lo deseado por los inversores, por el deseo de los bancos centrales para contener la inflación.
Este vaivén queda reflejado en los datos de los mercados de enero y febrero recopilados ayer en un informe por Deutsche Bank. El S&P 500 de la Bolsa neoyorquina, por ejemplo, subió un 6,3% en el primer mes del ejercicio, pero bajó un 2,4% en el segundo. Los bonos del Tesoro estadounidense ganaron un 2,8% y perdieron un 2,4%, respectivamente. El dólar fue a la inversa: se dejó un 1,4% en enero y rebotó un 2,7% en febrero.
Una excepción a esa fluctuación son los parqués de la periferia europea, de los países agrupados bajo el término de Pigs en la crisis del euro. Las cotizadas de Grecia han dado el mayor retorno de todos los mercados de renta variable, fija, divisas y materias primas analizado por Deutsche Bank en los dos primeros meses del año, al revalorizarse un 21,2%.
Por detrás se sitúan el MIB italiano (16,4% de subida) y el Ibex 35 español (14,7%). Jim Reid, de Deutsche Bank, explica la resistencia de las bolsas en “las buenas noticias sobre el crecimiento económico”, gracias entre otros factores a la caída de precios del gas.
En ese grupo falta la Bolsa de Portugal, que solo ha ganado un 0,3% en 2023, algo que los analistas atribuyen a la escasa liquidez del parqué lisboeta.
El peor activo en el inicio de 2023 ha sido la plata, al perder un 12,7%.
Según resume Deutsche, “tras un fuerte inicio de año para los mercados, las pérdidas volvieron en febrero por el temor a la persistencia de la inflación y a nuevas subidas de tipos”.
El bróker de Bankinter permitirá a los clientes operar en la Bolsa española a coste cero. No pagarán ni comisión al banco ni canon ni corretaje de las operaciones.
Lo que exige este nuevo servicio denominado Bróker 0 es suscribir con el banco un servicio de préstamo de valores: el cliente pondrá a disposición de la entidad todos los títulos disponibles en sus cuentas de valores, y Bankinter podrá usarlos en cualquier momento.
Bankinter se ha aliado con la plataforma bursátil Equiduct para conseguir una operativa de mercado más barata, que le permitirá ahorrar a sus clientes los cinco millones en cánones que pagaron en 2022. El bróker del banco solo cruzará operaciones puntuales con BME, el operador de la Bolsa española.
Los usuarios de Bróker 0 también tendrán acceso gratis y por anticipado a todos los
Los parqués de Atenas, Milán y Madrid son los que más suben en enero y febrero
contenidos de la Academia Bróker y a la herramienta de Bróker Gráfico, con información en tiempo real de las principales acciones de la mano de CBOE.
El cliente podrá darse de baja en cualquier momento y volver a operar con sus títulos bajo las condiciones estándar de BankinterBróker. Podrá darlo de alta nuevamente transcurridos tres meses.
El cobro de dividendos no se ve afectados en ningún caso: estén prestados o no los títulos el cliente recibirá el importe de estos en su cuenta corriente, con las mismas características fiscales y en la misma fecha de cobro .
El bróker de Bankinter lleva funcionando desde 1999 y tiene algo más de 100.000 clientes. En 2022, pese a la volatilidad de los mercados, la cartera de valores depositada de clientes se mantuvo estable en el banco respecto a 2021, con un patrimonio de 21.654 millones de euros.
El peor activo de todos los mercados en el comienzo del año ha sido la plata, al caer un 12,7%