El Gobierno quiere concentrar las ‘telecos’
El Gobierno ha tomado una importante decisión de política industrial en las telecos. Una de las más trascendentes de cara al futuro. Va a elevar los límites máximos de espectro que puede acumular cada operador. La medida, que puede parecer una nimiedad técnica, tiene en realidad mucho calado estratégico. Al elevar los límites de cada operador, la futura fusión de Orange y MásMóvil va a tener que desprenderse de menos cantidad de frecuencias, ya que la suma de ambas telecos superaba ampliamente los anteriores límites legales en varias de las bandas. Pero, además, como la subida del límite es para todos, va a permitir, también, que Movistar y Vodafone puedan
–si así lo desean– comprar a OrangeMásMóvil la totalidad de las frecuencias sobrantes, algo que con el límite anterior, más bajo, no podían hacer. El Gobierno toma esta medida consciente de que su consecuencia principal es que probablemente se va a reforzar a los tres grandes operadores e impedir que otros grupos tengan acceso a frecuencias. Las telecos llevan años quejándose de la hipercompetencia generada artificialmente desde la regulación –sobre todo la europea, pero también desde la nacional– lo que ha debilitado sus balances y puesto en peligro su capacidad inversora, de forma que Europa, en su conjunto, está claramente atrasada en redes de fibra y de 5G. Con todo, el poder del Gobierno para conformar la realidad económica a su voluntad es limitado, véase el caso de Ferrovial.Y en las telecos, el gran ganador de los últimos dos años y la mayor amenaza para los futuros tres grandes es Digi, un operador que no tiene ni una frecuencia ni las necesita para seguir creciendo a toda velocidad. Además, nada asegura que Orange-MásMóvil pueda ponerse de acuerdo con Movistar y Vodafone en el precio al que vender ese espectro. Y las telecos españolas han demostrado muchas veces ser capaces de caer en el dilema del prisionero y no alcanzar acuerdos aunque hacerlo sea lo más lógico y positivo para los tres.