‘Streaming’ incubado en Silicon Valley
La ‘start up’ valenciana nació en enero de 2018 pero vivió un ‘boom’ a raíz de la pandemia. La razón fue su modelo de negocio, que se dirige a una de las profesiones que salieron más reforzadas del confinamiento: los ‘streamers’ o creadores de contenido, que retransmiten en directo en plataformas como Twitch sobre videojuegos y otras temáticas. La compañía ayuda a que ganen dinero haciendo ‘streaming’, algo que hasta hace poco estaba reservado sólo a aquellos que movían audiencias masivas.
Apenas un mes después de su creación, la ‘start up’ entró en la aceleradora Boost VC –impulsada por Adam, el hijo del célebre inversor Tim Draper– y sus cuatro fundadores se fueron a vivir a Silicon Valley durante tres meses. “La experiencia nos ayudó y aceleró el inicio por varias razones: apenas teníamos distracciones, debíamos reportar métricas cada semana y entendimos que la cultura allí era diferente”, recuerda Vicent Martí, CMO y cofundador de Streamloots. En este sentido, incide en la importancia de comunicar en el estilo local y demostrar confianza a la hora de expresarlo en público.
Como resalta Martí, “si vas a un mercado tan potente como el estadounidense, debes aprender primero a pensar como piensan allí”. Justo tras aquellos tres meses, la empresa cerró su primera ronda ‘preseed’ de 400.000 euros con Draper B1 y otros inversores. El CMO de Streamloots cuenta que “al principio nos rechazaron muchos inversores españoles, pero en cuanto fuimos allí e incluso algunos ‘venture capital’ confiaron en nosotros, en España ya nos aceptaban casi sin preguntar”.
Ese fue sólo el primer paso, como refleja la ronda Serie A de 4,7 millones de euros que la compañía consiguió en 2020 con inversores como la estadounidense Bessemer. Cuando sus fundadores regresaron de San Francisco a mediados de 2018, resultaba inviable para ellos mantener allí la sede debido a los costes. No obstante, “justo antes de la pandemia teníamos planes de abrir oficina allí y estuvimos a punto de viajar”, dice Martí. Tras el Covid-19, la hoja de ruta cambió y la empresa apostó por un modelo remoto total.