Dura travesía para las tecnológicas del ‘boom’ de OPV
BURBUJA/ Sólo 17 de los 91 grupos que han salido a Bolsa recientemente, y que han gastado miles de millones de sus OPV, han anunciado beneficios.
Los grupos tecnológicos que han salido a Bolsa recientemente en Estados Unidos gastaron más de 12.000 millones de dólares (11.200 millones de euros) en 2022, y docenas de empresas se enfrentan ahora a una situación difícil para poder captar más fondos tras caer los precios de sus acciones.
Los grupos de alto crecimiento y con pérdidas fueron protagonistas en las OPV durante 2020 y 2021, un periodo en el que 150 grupos tecnológicos recaudaron al menos 100 millones de dólares cada uno, según datos de Dealogic.
Sin embargo, a medida que los ingresos procedentes de la fiebre de operaciones comienzan a agotarse, muchos se enfrentan a la disyuntiva de elegir entre costosas ampliaciones de capital, recortes extremos de costes o ser adquiridos por grupos de capital riesgo y rivales más grandes.
La caída del mercado el año pasado hizo que se hablara mucho en los círculos tecnológicos de un nuevo enfoque en la rentabilidad y la generación de caja, pero un análisis de de los últimos registros pone de relieve que muchas empresas aún tienen un largo camino por recorrer.
De los 91 grupos tecnológicos que han presentado resultados en lo que va de año, sólo 17 han registrado un beneficio neto. Gastaron un total acumulado de 12.000 millones de dólares en efectivo el año pasado, cifra que habría sido inThe cluso mayor de no ser por los buenos resultados de Airbnb, que generó más de 2.000 millones. De media, las empresas gastaron el 37% de los ingresos de sus OPV en el año.
Aproximadamente la mitad de las 91 firmas eran deficitarias a nivel operativo, lo que significa que no podían limitarse a recortar sus inversiones si necesitaban conservar fondos.
Entretanto, sus acciones han caído una media del 35% desde su debut en el parqué, lo que hace que las nuevas ventas de acciones sean caras y dilutivas para los inversores existentes.
La caída de las valoraciones se debe en parte a la subida de los tipos de interés, que reduce el valor relativo que los inversores conceden a los beneficios futuros. Pero los descensos también reflejan la preocupación por las perspectivas a corto plazo, lo que podría agravar las dificultades para alcanzar la rentabilidad.
Algunas empresas esperan haber recaudado suficiente dinero en tiempos de bonanza para capear el temporal. El fabricante de automóviles Rivian –que no se incluyó en el análisis– gastó 6.400 millones de dólares en 2022, pero la directora financiera, Claire McDonough, afirma estar “segura” de que les queda suficiente efectivo para aguantar hasta finales de 2025.
Otros no tienen tanta suerte. Según Layoffs.fyi, un sitio web de seguimiento, al menos 38 empresas ya han anunciado recortes de plantilla desde su salida a Bolsa, pero es posible que necesiten más: si en 2023 se mantuvieran las tasas de gasto del año pasado, casi un tercio de los grupos analizados por FT se quedarían sin liquidez a finales de año.
Las presiones han provocado un repunte de las adquisiciones que los expertos esperan que se acelere.
De media, las empresas gastaron el 37% de los ingresos de sus OPV el año pasado