“La contribución de las empresas con los impuestos es un activo ESG”
ENTREVISTA ENRIQUE ORTEGA Socio coordinador de Fiscal de Gómez-Acebo & Pombo / “La norma es cada vez más compleja. La gestión del riesgo es hoy muy importante y las compañías deben estar preparadas”.
“Minimizar el riesgo fiscal es difícil, pero es nuestro trabajo. Siempre buscamos la mejor interpretación de la norma, pero, sobre todo, que sea una interpretación razonable”. Enrique Ortega, socio coordinador de Fiscal y de Derecho Contable de Gómez-Acebo & Pombo, cuenta con más de 30 años de experiencia en la función fiscal y conoce de primera mano la Administración –es inspector de Hacienda en excedencia– y los clientes.
“La fiscalidad es una de las formas en que las empresas se relacionan con la sociedad”, indica. Por ello, Enrique Ortega aboga por un asesoramiento que permita a sus clientes obtener “la mejor interpretación”, aunque precisa que “siempre tiene que ser una interpretación razonable”. Ortega resume su trabajo en “conseguir minimizar los riesgos y que los clientes paguen los impuestos justos”, algo que, según su experiencia, es la principal preocupación fiscal en estos momentos de los clientes.
“Todo esto supone uno de los grandes aportes de las empresas a la sociedad. Una buena fiscalidad contribuye al cumplimiento de los objetivos ESG y es uno de los grandes activos en esta materia. Las empresas contribuyen a la sociedad pagando impuestos”, argumenta Enrique Ortega. Por ello, desde su departamento el especialista insiste en que “cuidan mucho” este aspecto. “Asesoramos también en la información no financiera, sostenibilidad y medio ambiente. No nos quedamos sólo en la información financiera”, añade.
Así es el equipo fiscal del despacho
Además, Enrique Ortega argumenta que la contribución de las empresas no es sólo el pago de impuestos sino que se “gestiona también un volumen importante de impuestos, como el IVA o los impuestos personales. Cada vez que una empresa paga una nómina retiene IRPF. Es importante que las compañías puedan informar de manera eficaz sobre la contribución real de toda su fiscalidad”, señala Enrique Ortega.
Complejidad
En cualquier caso, los fiscalistas no lo tienen fácil en su asebo soramiento. “La norma es cada vez más compleja y prolija, lo que nos obliga a estar en continúa formación y nos pone muy difícil eliminar los riesgos”, señala. Enrique Ortega apunta a la importancia de estar preparados ante el eventual litigio con la Administración. “Si una empresa entiende que es correcto lo que está haciendo, lo que tiene que hacer es proveerse de pruebas para lograr una justificación suficiente de que ese camino es el razonable”, explica.
Precisamente, el departamento Fiscal de Gómez-Ace
Profesionales: El equipo de Fiscal del despacho está formado por 35 abogados, con
7 socios y una clara mayoría femenina entre los profesionales del departamento. El equipo está localizado en Madrid, Barcelona, Valencia y Lisboa.
Áreas de actuación: Empresa familiar y ‘private client’, fiscalidad internacional, fiscalidad corporativa o fiscalidad indirecta. Entre los servicios transversales, el despacho cuenta con contencioso fiscal, fiscalidad transaccional, precios de transferencia, RSC fiscal o fiscalidad inmobiliaria. & Pombo está potenciando el área de contencioso tributario. “Hay litigiosidad y desde el principio tenemos que estar preparados para llegar a los tribunales si es necesario”, afirma, aunque no es el escenario ideal para Ortega. “Muchas veces dentro de los propios órganos de comprobación de la Agencia Tributaria nos dan la razón. No siempre en necesario acudir a la jurisdicción contencioso administrativa”, indica.
Enrique Ortega destaca que la Administración está obligada a cumplir sus objetivos de comprobación. “No tiene lógica encontrarnos con unos servicios tributarios inactivos”, apunta. En cualquier caso, opina que en los últimos años la Administración “ha dado pasos hacia la colaboración con los contribuyentes”. A su juicio, “hoy tenemos una Agencia Tributaria mucho más colaborativa”. Este nuevo modelo resulta más atractivo para Ortega. “Hay que potenciar la posibilidad de que la Administración pueda expresar su criterio antes de formalizar la operación”, considera. “Lo que no se puede es ir a una litigiosidad continua”, añade.