El BCE sube los tipos al 3,5% y vincula las futuras alzas a la salud bancaria
INCREMENTA 0,5 PUNTOS EL PRECIO DEL DINERO PESE A LA TORMENTA FINANCIERA/ Lagarde asegura que, junto a la evolución de la inflación, tendrá en cuenta los datos financieros en próximas citas. Los expertos creen que es la última gran subida de tipos.
Fráncfort no afloja. El Banco Central Europeo (BCE) comunicó ayer su decisión de incrementar los tipos de interés otros 50 puntos, hasta el 3,5%, su nivel más elevado desde octubre de 2008. Sigue así con el ritmo alto de subidas del precio del dinero, pese a la tormenta bancaria que ha desatado el miedo a nivel global.
La autoridad monetaria que preside Christine Lagarde ha priorizado su batalla contra la inflación, al menos en esta ocasión. El crecimiento de los precios se situó en febrero en el 8,5%, lo que supone 4,25 veces más que el objetivo que maneja la autoridad monetaria, una brecha que le ha impedido tomarse una pausa en el camino.
El banco central se había comprometido a elevar las tasas en 50 puntos básicos, tal y como finalmente ha hecho, y a evaluar después “la senda futura de su política monetaria”. Sin embargo, el estallido de la tensión bancaria, con la caída de Silicon Valley Bank en EEUU, primero, y las dudas sobre Credit Suisse en Europa, a continuación, hicieron que muchos inversores dudasen de si el BCE optaría por una pausa preventiva en la escalada de los tipos para calmar la situación.
No ha sido así. Aunque según Lagarde hasta cuatro miembros del Consejo de Gobierno votaron a favor de una pausa, el BCE continuó con su camino al alza. En parte, lo hizo forzado por mantener la credibilidad sobre su guía al mercado y sobre su convicción para cumplir con el mandato de estabilidad de precios que marca la labor de la institución. “No cejamos en nuestro compromiso de luchar contra la inflación. Sobre eso no debe haber dudas”, aseguró Lagarde.
Vigilancia
Pero que el organismo haya seguido su hoja de ruta no hace que desdeñe los problemas que ahora asaltan a la zona euro. Según ha asegurado en su comunicado, “el Consejo de Gobierno está haciendo un atento seguimiento de las tensiones en los mercados y está preparado para responder como resulte necesario a fin de mantener la estabilidad de precios y la estabilidad financiera en la zona del euro”.
De hecho, a partir de ahora, la salud del sector bancario jugará un papel muy relevante en la toma de decisiones sobre el nivel al que se situarán los tipos de interés.
“En el futuro, las decisiones sobre los tipos de interés estarán determinadas por su valoración de las perspectivas de inflación a la luz de los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria”, indicó Lagarde.
Esa intervención, y el deseo de velar por la estabilidad financiera junto con el control de la inflación, ha llevado a que el consenso de los expertos monetarios apunte a que el de ayer podría ser el último gran incremento de los tipos de interés en este ciclo. Según señalan diferentes casas de análisis, es probable que la institución siga apretando las tuercas a la economía, pero con pasos más pequeños, de 25 puntos básicos por cumbre.
El BCE mandó un mensaje de compromiso al señalar que cuenta con “todos los instrumentos de política monetaria necesarios para suministrar apoyo de liquidez al sistema financiero de la zona del euro si hiciera falta y preservar la transmisión fluida de la política monetaria”. En cualquier caso, Lagarde quiso hacer un llamamiento a la calma al señalar que “el sector bancario de la zona del euro tiene capacidad de resistencia y posiciones de capital y de liquidez sólidas”.
Según insistió la presidenta del BCE, se puede preservar la estabilidad financiera y la estabilidad de precios al mismo tiempo, utilizando para ello herramientas distintas. “Tenemos los tipos de interés para luchar contra la inflación y el resto de herramientas, que se pueden activar en cuanto sea necesario, para preservar la estabilidad financiera”, comentó la presidenta.
Inflación y tipos
Lagarde aseguró que, en las actuales condiciones de incertidumbre, es imposible proporcionar una guía sobre qué van a hacer los tipos de interés. Sí lanzó, sin embargo, una advertencia a los que creen que el BCE ya no se moverá más: “Si nuestro escenario base se cumple, aún queda mucho recorrido por cubrir”.
Porque más allá de la incertidumbre financiera, el BCE sigue muy preocupado con los datos de inflación. Ayer la institución presentó nuevos datos macroeconómicos –recopilados antes del estallido de la tormenta financiera– en los que proyecta una inflación más baja que en la cita de diciembre, la última en la que realizó este ejercicio, pero aún muy elevada.
Para 2023, ahora anticipa que el crecimiento de los precios será del 5,3%, para después bajar al 2,9% en 2024 y al 2,1% en 2025. Además, advierte que ha detectado “presiones inflacionistas subyacentes fuertes”, lo que sería la justificación principal del movimiento de ayer.
“Se prevé que la inflación permanezca demasiado alta demasiado tiempo”, apuntó Lagarde.
Tras la subida de 50 puntos básicos de ayer, los inversores descuentan que la tormenta bancaria acabará calando en las decisiones de la autoridad monetaria. De esta forma, los futuros sobre los tipos de interés se han alejado de la zona del 4,75% en la que se esperaba que las tasas tocaran techo en los próximos meses para retroceder a niveles más cercanos al 4%, e incluso por debajo, lo que daría al BCE un recorrido de apenas un par de subidas más de 25 puntos básicos.
“Se prevé que la inflación permanezca demasiado alta demasiado tiempo”
“El sector bancario europeo tiene unas posiciones de capital y de liquidez sólidas”
“Responderemos como sea necesario para mantener la estabilidad financiera y de precios”