La saga-fuga de Credit Suisse en España
BAILE DE BANQUEROS/ En dos años y medio la filial de Credit Suisse en España ha vivido una fuerte reestructuración de su negocio, con numerosas salidas de banqueros y cambios en los altos mandos de la cúpula del banco.
El valor de un banco especializado en clientes de grandes fortunas son sus banqueros. Esta frase se repite con frecuencia en las conversaciones entre los jefes de las entidades que compiten por repartirse el negocio de la banca privada. Pero en la última semana, ha sonado todavía con más fuerza en conversaciones relacionadas con la filial en España de Credit Suisse.
El banco suizo es uno de los grandes jugadores del negocio de grandes patrimonios en el mercado español, con cerca de 10.000 millones de euros de patrimonio de clientes vip y una plantilla que ronda los 400 profesionales, de los que 50 son banqueros privados, repartidos en oficinas en Madrid, Barcelona y Valencia que cubren todo el país.
En los últimos días, las dudas sobre la viabilidad de Credit Suisse, el apoyo milmillonario del banco Nacional de Suiza y ahora la compra por parte de UBS han situado el foco de los competidores sobre sus banqueros y clientes en España. Las firmas especializadas en gestión de patrimonios han reactivado el interés por captar clientes y profesionales del banco suizo, aprovechando su crisis.
Pero esta es una historia que ya se ha repetido en más de una ocasión en el sector de la banca privada española. Sobre todo en los últimos dos años y medio y con el banco suizo como protagonista.
A nivel global, la entidad suiza se ha visto implicada en dos de los grandes escándalos financieros internacionales de la última década; ha encadenado varios trimestres en números rojos y ha presentado al mercado hasta tres consejeros delegados distintos en menos de tres años.
Y mientras tanto, todo este ruido ha convivido en España con una crisis local particular, en la que la filial del banco suizo ha protagonizado cambios de calado en su organigrama, marcados por un baile de sillas entre sus principales ejecutivos y responsables de los negocios que tiran del banco en España.
En este tiempo, la entidad ha prescindido de la figura de consejero delegado y ha renovado los cargos de banca privada, de gestión de activos y de banca de inversión.
Es complicado llevar la cuenta del baile de ejecutivos que ha protagonizado Credit Suisse en España en este periodo. Aunque la primera pieza del dominó que cayó está identificada.
En julio de 2020, Credit Suisse tomó la decisión de prescindir de Miguel Matossian como máximo responsable de la unidad de grandes patrimonios, su joya de la corona en España.
El banco suizo y uno de los banqueros históricos del sector rompieron su relación después de dos décadas. Credit Suisse aseguró que la salida de Matossian respondía a una reorganización decidida desde la sede en Zúrich.
Matossian había sido el jefe de altos patrimonios del banco y fue quién construyó el potente equipo de banqueros de la entidad helvética en España, que empezó a desarmarse ese día. Fue el pistoletazo de salida, aunque, en realidad, la fuga de banqueros comenzó a producirse un verano después.
A Matossian le sustituyó Íñigo Martos, un hombre de la casa que había pasado por las oficinas del banco en Zúrich y había sido responsable de gestionar las cuentas de los clientes de grandes fortunas latinoamericanas.
Londres, Hong Kong, Singapur... Cuando empezó el verano del año siguiente, a nivel internacional se estaban produciendo abandonos escalonados de banqueros tras los casos de Archegos y Greensill Capital, dos compañías en las que Credit Suisse tenía una elevada exposición y que colapsaron ese año dejando pérdidas de miles de millones en fondos de la entidad.
Una tarde de junio, empezó la operación salida en Madrid. Tres ejecutivos de renombre dentro del banco presentaron su carta de dimisión: el presidente y director general de la gestora de activos en España, Javier Alonso; el responsable de los clientes ultrarricos españoles desde Suiza, Sascha Álvarez-Ossorio y uno de los banqueros con mayor cartera de la división de banca privada en España, Ignacio Laviña.
Hasta final de ese año, salieron del banco cerca de una veintena de banqueros privados. Alonso y Laviña montaron su propia banca privada: Welcome AM. Se llevaron con ellos a algunos de sus excompañeros, entre otros, a Gregorio Oyaga, Victoria Coca, Alfonso Guerra, María Montalbán y Virginia Rivero.
También dejaron el banco en estos meses, Daniel Vaquero, director de Gestión de Carteras de Credit Suisse, y el director de Renta Fija de la gestora en España, Gregorio Oyaga.
Más o menos en este tiempo, Credit Suisse comenzó con los recambios. El banco puso al frente de su gestora de fondos a Gabriel Ximénez de Embún, hasta la fecha director de Inversiones y Estrategia de la entidad. Íñigo Martos tenía encomendado un mandato: reemplazar a todos los banqueros que habían salido hasta ese momento. Fichó uno de los equipos más potentes de banca privada en España, encabezado por José María Gil de Santivañes, el banquero estrella de UBS en España. Martos empezaba a cumplir y Credit Suisse comenzaba su nuevo equipo de banca privada.
Solo unos días después, y para sorpresa del sector, Martos presentó su dimisión. Se iba para dirigir uno de los grandes competidores de
Credit Suisse a nivel europeo: Deutsche Bank.
Tras presentarse como CEO del banco alemán, Martos comenzó a contratar banqueros en su antigua casa. Fuentes del sector hablan de una veintena de profesionales que hicieron este camino después de él. Entre ellos, Deutsche incorporó a Antonio Rossello, banquero responsable del equipo de Credit Suisse en Cataluña, que arrastró a otros tres banqueros de su equipo con él. También a Carmen Vallejo y Ramón Fernández de Mesa, con más de 20 años de experiencia, y Jaime Cudós, un histórico banquero de grandes patrimonios.
En paralelo, Credit Suisse anunció un nuevo responsable para el negocio de banca privada. El puesto caía en manos de Pablo Carrasco, que ya trabajaba en el grupo bancario. Entonces, el banco lanzó un mensaje de su mano. Credit Suisse mantenía intacta su estrategia en el mercado español y se comprometía a cubrir todas las salidas.
En junio de 2022, se produjo una de las grandes sorpresas del banco en España. En plena reorganización local, el CEO de la filial española, Wenceslao Bunge, dimitió como máximo responsable. Le acompañó su mano derecha, Jaime Riera, uno de los pesos pesados de la entidad en España y en Europa.
Desde entonces, Credit Suisse no ha encontrado recambio para liderar su negocio en España y los responsables de las distintas áreas trabajan de manera independiente reportando directamente a la matriz en Suiza. De manera provisional, el banco nombró a Emilio Gallego, antiguo chief operating officer, como sustituto del CEO de manera interina.
Bunge, además de ser el máximo ejecutivo de España, se encargaba del negocio de banca de inversión. Credit Suisse se había anticipado a oficializar su salida y fichó a Nacho Moreno, el histórico jefe de Barclays en España, para sustituirle en esta tarea.
Las idas y venidas a la filial del banco suizo han seguido desde entonces. Pero el ritmo se ha desacelerado. Entre las salidas importantes, Abanca fichó en octubre a toda la oficina de Credit Suisse en Valencia. Se trata de un equipo de cuatro profesionales liderado por Vicente Serra Peris, que pasó al equipo de Abanca en la ciudad, al mando de Javier Rivero,
también ex-Credit Suisse.
Otros movimientos recientes los han protagonizado Edmond de Rothschild, que ha fichado a Mercedes Grandes
como banquera, y Safra Sarasin, que ha contratado a Jaime Pinyeiro.
Lo justo es decir que durante todo este tiempo, distintos portavoces de Credit Suisse han salido a comunicar que “seguirán contratando nuevo talento en España con vistas a cubrir los puestos vacantes existentes y estudiando la incorporación en España de profesionales de otros países”.
Fuentes cercanas a la entidad aseguran haber reemplazado el grueso de las salidas desde el principio. El banco suizo ha fichado sobre todo en UBS, tras su venta a Singular Bank, pero también en otras entidades españolas como atl Capital, GVC Gaesco, Imantia, Banco Caminos, Wealth Solutions o Tressis, entre otras.