Expansión Nacional

Así es la factura de 300.000 millones de dólares de la Fed

- S.Saiz.

Las máquinas de imprimir dinero de la Reserva Federal de EEUU trabajaron a marchas forzadas la semana pasada. En cinco días, el sector financiero recibió en forma de préstamos 300.000 millones de dólares (279.000 millones de euros) para afrontar la crisis de liquidez generada por el colapso de Silicon Valley Bank y Signature Bank.

La Fed aportó directamen­te a los bancos 165.000 millones de dólares. La mayor parte de esta cantidad se gestionó a través del programa de préstamos de emergencia que el banco central tiene para afrontar este tipo de situacione­s. Pero además, la semana pasada puso en marcha otra línea de crédito extraordin­aria pensada exclusivam­ente para atajar esta situación. A través de este canal, se han inyectado otros 11.900 millones de dólares adicionale­s al sector.

A estas cifras, hay que sumar también los cerca de 143.000 millones de dólares que se han canalizado en forma de préstamos a través de la Corporació­n Federal de Seguros de Depósitos (FDIC, en sus siglas en inglés), dirigidos principalm­ente a cubrir las necesidade­s de liquidez de las entidades intervenid­as para poder hacer frente al pago de los depósitos de los clientes.

Hay que tener en cuenta que en Estados Unidos el fondo de garantía cubre únicamente los primeros 250.000 dólares, pero en esta ocasión el regulador federal decidió garantizar la totalidad de los depósitos para intentar contener la crisis y que no cundiera el pánico en otras entidades regionales. De hecho, fue la Casa Blanca quien presionó para que así fuera. Esta decisión no ha estado exenta de polémica, ya que los reguladore­s de otras regiones, como la Unión Europea, consideran que no ha respetado las reglas de juego diseñadas a nivel global para hacer frente a este tipo de quiebras.

Aun así, la Coalición de Bancos Medianos de EEUU pidió este fin de semana tanto al Gobierno como a los reguladore­s, incluida la Reserva Federal, que levanten el tope de 250.000 dólares durante al menos dos años, garantizan­do todos los depósitos, ya que consideran esa es la única forma de detener la fuga de clientes hacia las grandes entidades. “De este modo se detendrá inmediatam­ente el éxodo de depósitos de las entidades más pequeñas, se estabiliza­rá el sector financiero y se reducirán en gran medida las posibilida­des de que se produzcan más quiebras bancarias”, explicó ayer la organizaci­ón.

De momento, la Casa Blanca

no se plantea esta alternativ­a, ya que la propia secretaria del Tesoro, Janet Yellen, ha matizado en varias ocasiones que los depósitos solo están garantizad­os en estos dos últimos casos, pero no en futuras quiebras. Aun así, la postura podría variar, ya que está aumentando la presión en el plano político.

La implicació­n de la Administra­ción Biden en esta crisis ha sido máxima, hasta el punto de que en Washington se llegó a coordinar el rescate de 30.000 millones de dólares que ha recibido First Republic por parte de once de los mayores bancos de Wall Street, con el consejero delegado de JPMorgan, Jamie Dimon, al frente de las negociacio­nes.

Warren Buffett ha sido uno de los principale­s asesores de la Casa Blanca durante toda la crisis

La banca regional ha pedido al regulador que garantice todos los depósitos durante dos años

Un asesor con experienci­a

Quien también ha estado en contacto directo y constante con la Casa Blanca ha sido el inversor Warren Buffett, según fuentes citadas por Bloomberg. El fundador de Berkshire Hathaway no solo podría haberse ofrecido a liderar el rescate de alguna entidad regional llegado el caso, sino que habría asesorado a la Administra­ción Biden sobre cómo gestionar esta crisis, dada la amplia experienci­a de Buffett al frente de situacione­s similares. Tanto en 2011 como en 2008 ayudó a Bank of America y Goldman Sachs.

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El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell.

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