La salida de las empresas españolas atrapadas en SVB
Aunque el impacto de la debacle de Silicon Valley Bank se ha concentrado en las ‘start up’ estadounidenses, algunos emprendedores españoles también se han visto afectados por lo sucedido. La actuación de la Fed les ha permitido respirar más tranquilos, pero reconocen que las horas posteriores al colapso estuvieron marcadas por la tensión y la incertidumbre. Es el caso de
una ‘start up’ que también pasó por Y Combinator y que ayuda a los equipos de ingeniería a ser la mejor versión de ellos mismos. Su fundador, explica que la compañía tenía un 33% de sus fondos en SVB: “El viernes 10 por la mañana intentamos mover los fondos pero no nos lo permitieron, y el lunes 13 por la mañana ya nos devolvieron el cien por cien con la ayuda del gobierno estadounidense. El pánico duró poco, aunque fue intenso en la comunidad de ‘start up’”.
Esta incertidumbre también se vivió en
una compañía candidata a nuevo unicornio español. La ‘fintech’, que cuenta con raíces españolas pero mantiene su sede principal en Nueva York, retiró sus depósitos justo el día antes del desastre. “Nos ha afectado porque hemos tenido mucho trabajo para ayudar a los clientes involucrados, pero en nuestro caso lo vimos venir por el colapso en Bolsa y la situación de insolvencia, así que no teníamos exposición a SVB desde el jueves 9”, cuenta CEO y cofundador. Capchase fue uno de los muchos clientes del banco que se anticiparon a lo que ocurrió, tras una caída bursátil que condujo a la retirada masiva de depósitos. Como señala la firma de análisis de solvencia CreditSights, “la situación terminó en una clásica fuga de depósitos: sólo el jueves 9 se retiraron 42.000 millones de dólares, un 25% del total”.
Miguel Fernández aclara que la quiebra de SVB no se debe tanto al hecho de que fuese una entidad dedicada a financiar ‘start up’, sino a la gestión de los activos bancarios.
No obstante, sí considera que esta crisis puede cambiar algunas cosas en el ecosistema emprendedor. “Tendrá efectos desde el punto de vista del acceso a financiación para las ‘start up’, dado que previsiblemente encarecerá tanto el ‘equity’ como la deuda. Por otra parte, abrirá nuevas oportunidades para las ‘fintech’ con la desaparición de un actor importante como SVB y el interés renovado en otros instrumentos financieros más allá de los depósitos”. Otra compañía que ha logrado sortear el peligro es la ‘start up’ de identidad digital que nació a raíz de un proyecto de investigación en el seno del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Como miles de tecnológicas fundadas en el país, la empresa trabajaba con SVB. “Era nuestro banco en Estados Unidos pero, afortunadamente, su caída no ha afectado a las operaciones. Nuestra operatividad principal se desarrolla desde España, donde está la mayoría de los activos, y además tenemos los servicios financieros diversificados en varias entidades”, destaca
CEO y cofundadora. Entre el viernes 10 –día en que las autoridades estadounidenses decidieron intervenir el banco para evitar el contagio a gran escala– y el pasado lunes por la tarde, la ‘start up’ no pudo acceder a su cuenta bancaria de Silicon Valley Bank.
Desde hace una semana, el acceso se ha normalizado y ya ha podido continuar operando.
A modo de aprendizaje tras la experiencia, Irene Hernández subraya que “queda clara la importancia de diversificar riesgos para no depender exclusivamente de un proveedor o una entidad financiera y la necesidad de priorizar la gestión de riesgos, especialmente en un sector tecnológico que se caracteriza por ser más disruptivo y volátil”. En este sentido, gestionar de forma adecuada el riesgo pasa por anticiparse a los distintos escenarios posibles y tomar medidas para minimizar sus efectos, en caso de que se produzcan.