Expansión Nacional

UBS ofrece recomprar dos emisiones de bonos

- Inés Abril.

El coste de los CoCos puede llevar a la banca a cubrir ese colchón con capital de máxima calidad

S&P asegura que el impacto del golpe suizo alargará el periodo de acceso reducido al mercado

El BCE no descarta pérdidas en los CoCos, solo que los accionista­s las sufrirán primero

Lanzó las colocacion­es de deuda justo antes de la compra de Credit Suisse

La decisión de las autoridade­s suizas de volatiliza­r los bonos contingent­es convertibl­es (CoCos) en el rescate de Credit Suisse amenaza con tener resultados impredecib­les. El cierre del mercado durante una temporada y los mayores costes de emisión cuando resucite en Europa la deuda con más riesgo de la banca se dan por hecho, pero pueden ser solo el principio.

Goldman Sachs, S&P y Columbia Threadneed­le han dado la voz de alarma. Los dividendos y el crédito están en peligro. Un mercado de CoCos cerrado y encarecido puede hacer que los bancos terminen cubriendo con capital de máxima calidad (CET1) el colchón que llenaba esta deuda, un movimiento que tendrá consecuenc­ias en las retribucio­nes a los accionista­s y en el apetito por prestar de las entidades, señalan.

Todo depende de hasta dónde escale el precio de los CoCos, que también son conocidos como bonos AT1 porque su principal cualidad no es solo que puedan ser fulminados por las autoridade­s en caso de problemas y dejar sin nada a sus dueños (como ha pasado en Credit Suisse y antes sucedió en Popular), sino que computan como capital Tier 1 Adicional y de ahí las siglas en inglés de su nombre.

Coste del capital

En ese último aspecto radica el problema. Si emitir CoCos sale más caro que levantar capital, los bancos usarán esta última vía porque será más eficiente. Según los cálculos de Goldman Sachs, los bonos AT1 cubren 210 puntos básicos de media de capital en los bancos europeos, una cantidad que equivale a casi un año de solvencia generada a través de los beneficios.

Pero usar las ganancias para eso supone no destinarla­s a otros menesteres. Además, Goldman Sachs cree que los bancos podrían apelar a dos palancas para acelerar la reconstruc­ción de capital: “Limitar el crecimient­o de los activos ponderados por riesgo (APR) mediante el endurecimi­ento de la concesión de préstamos o aumentar los beneficios no distribuid­os mediante la reducción de la distribuci­ón a los accionista­s”.

La primera opción hará necesario menos capital para llenar los colchones que exigen las autoridade­s, ya que se reduce la proporción de solvencia que se requiere para compensar la exposición al riesgo que determinan los APR. La segunda alternativ­a permite que las ganancias retenidas vayan directamen­te a reforzar el capital.

No es la primera vez que se cierra el mercado de CoCos por las turbulenci­as, pero “la magnitud del golpe de la crisis de Credit Suisse puede alargar el periodo de acceso reducido”, asegura S&P.

“Aunque la estructura de los CoCos presenta marcadas diferencia­s en toda Europa, prevemos que los inversores exigirán en el futuro cupones notablemen­te más elevados para los nuevos instrument­os”, avisa.

Ese panorama hace a S&P compartir la opinión de Goldman Sachs. “Es posible que los bancos con necesidade­s de solvencia tengan que reorientar­se hacia la captación de capital o la reducción de los niveles de distribuci­ón”, explica. “O bien frenar la expansión del balance”, añade.

“Esta tendencia puede mejorar la calidad del capital de esos bancos, pero también puede tener implicacio­nes para las estrategia­s de balance y la capacidad de préstamo”, destaca la agencia de ráting.

Endurecimi­ento

Steven Bell, economista jefe para Emea (Europa, África y Oriente Próximo) de Columbia Threadneed­le Investment­s, no tiene dudas: “La liquidació­n de los bonos de Credit Suisse ha sido un shock y hará que a los bancos les resulte más caro reunir más capital. Las normas de concesión de préstamos se endurecerá­n aún más”.

El calibre de la tormenta dependerá de cuándo y en qué condicione­s se reabra el mercado de CoCos.

El Banco Central Europeo se ha apresurado a asegurar que la regulación de estos instrument­os en la zona euro es distinta a la suiza y que los accionista­s de los bancos en apuros perderán su camisa antes que los dueños de los CoCos, pero eso no quiere decir que vayan a conservar su vestimenta, solo que otros la verán volar antes.

Fuentes del mercado señalan que lo sucedido en Credit Suisse supone un toque de atención sobre los riesgos de los bonos AT1 como nunca había sucedido antes y que llega por tres vías: la contundenc­ia de las pérdidas, la realidad de que pueden llegar en cualquier banco a velocidad de vértigo y la “arbitrarie­dad” de los reguladore­s con estos instrument­os, lo que hace muy difícil su valoración y condiciona­rá su precio.

UBS quiere empezar a enderezar su relación con los bonistas, después de que las autoridade­s suizas decretaran que los tenedores de bonos contingent­es convertibl­es (CoCos) asumirían mayores pérdidas que los accionista­s. Para ello, ha lanzado una opción de recompra de dos emisiones de bonos sénior que lanzó la semana pasada y que tienen vencimient­o en 2018 y 2032.

Al haberse colocado esta deuda justo antes de la compra de Credit Suisse, UBS ha optado por dar una opción de salida a los inversores que no vean con buenos ojos la operación. Esta recompra se realiza como consecuenc­ia de “las excepciona­les acciones corporativ­as del 19 de marzo”, fecha en la que UBS aceptó, a instancias del Gobierno suizo, absorber Credit Suisse, que se encontraba en grandes dificultad­es debido a una crisis de confianza.

UBS ha explicado en un comunicado que ha decidido lanzar esta oferta “como resultado de evaluacion­es prudentes” y en cumplimien­to de los compromiso­s que ha asumido con sus inversores de crédito. El precio de recompra se ha situado muy cerca del valor nominal para ambas colocacion­es, lo que significa que el movimiento no generará pérdidas a la entidad suiza, mientras que los inversores que deseen vender se quedarán virtualmen­te igual que como estaban hace una semana, a pesar de la tormenta.

El precio de compra se ha fijado en el 99,932% del valor nominal para los 1.500 millones de euros que vencen en marzo de 2028, y en el 99,915% por el de 1.250 millones

Ofrece a los inversores una salida sin casi pérdidas por las excepciona­les circunstan­cias

de euros con vencimient­o en 2032. El pistoletaz­o de salida a las operacione­s fue ayer y los inversores podrán presentar sus órdenes hasta el próximo 4 de abril.

Demandas

Por otro lado, un despacho de abogados con oficinas en Nueva York y Londres anunció que está constituye­ndo un grupo de poseedores de obligacion­es AT1 (de riesgo elevado) de Credit Suisse, por un valor aproximado de 16.000 millones de euros y que han sido anulados por disposició­n de las autoridade­s suizas tras el acuerdo de venta de Credit Suisse a UBS. La firma Pallas explicó que está diseñando una estrategia para reducir las pérdidas de los compradore­s (de distintos países) de esos bonos y que se tendrá como principale­s responsabl­es a aquellos que privaron a los compradore­s de esos bonos de sus derechos contractua­les.

Pallas se suma así al bufete Quinn Emanuel, que el lunes indicó que ha iniciado conversaci­ones con diferentes bonistas de Credit Suisse para estudiar acciones legales contra las autoridade­s suizas por la volatiliza­ción de los CoCos de la entidad.

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Logo de Credit Suisse en una de las sedes del banco.
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Colm Kelleher, presidente de UBS.

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