“Sería una insensatez oponerse o ignorar el arte virtual”
El artista cubano ‘dialoga’ con Goya en una exposición en Madrid.
Roberto Fabelo (Guáimaro, Cuba, 1951) tuvo un sueño de niño: “Goya me llevaba de la mano por la calle Obispo de La Habana Vieja. Él iba con su atuendo de hacía más de doscientos años y la gente nos miraba extrañada; yo dibujaba aquellos seres que me parecían sacados de los caprichos, los disparates o los desastres de la guerra”. Para el artista el sueño fue una especie de premonición que ha tomado forma en el Centro Conde Duque de Madrid con la exposición Mundos. Goya y Fabelo, una muestra impulsada por Fundación Ibercaja que hasta el 30 de julio pone frente a frente dos visiones: la del gran pintor español con sus series Los Caprichos y Los Desastres de la guerra y la del reconocido artista cubano.
Un diálogo entre dos hombres separados por dos siglos de historia y un océano a través de 160 grabados de Goya y más de una decena de piezas de Fabelo. ¿Impone aparecer junto al pintor aragonés en el título de una muestra? “Exhibir al lado de Goya es un acto de reverencia-irreverencia a la vez. Siempre le sentí como un familiar cercano, alguien conocido y una suerte de ángel guardián, por lo tanto, no me asusta”, dice Fabelo. Esta es la primera monográfica protagonizada en nuestro país por el artista cubano. “España es un referente importante y diría legendario en la visualidad artística. Entro a ese escenario, que es además tan vital, con el sombrero en la mano”.
En contexto
Sus obras juegan con los recursos misteriosos y absurdos de los sueños, además de recurrir también a animales y figuras humanas para plasmar la barbarie, el horror o el atraso. Fabelo, al igual que Goya, no se aleja de su contexto: sus elucubraciones personales están vinculadas a las conmociones sociales de su época y a la degradación de la misma. “En un tiempo tan convulso, con nuestras sociedades atormentadas, y a menudo atormentándose a sí mismas, corremos el riesgo de ser absorbidos por la espiral de la degradación en el orden social, ético y ecológico, en un mundo kafkiano”, asegura.
Hablando de un universo kafkiano, si paseó hace unas semanas por el centro de Madrid, le llamarían la atención una esculturas de cucarachas gigantes asomadas a la fachada del Palacio de Linares, sede de Casa de América. Forman parte de su serie Sobrevivientes –que ahora puede verse en la citada exposición de Conde Duque–, un homenaje a La Metamorfosis de Franz Kafka, que, además, puede interpretarse como una advertencia acerca de los riesgos que entraña dejarse seducir por el ego y el poder mientras nos olvidamos de nuestra naturaleza humana. “Entendemos que vivimos en un perpetuo proceso de liberación, tratando de liberarnos de egolatrías, dogmatismos y de la persecución del éxito a toda costa”. Un éxito que no siempre tiene que llegar de manera póstuma, como le ha pasado a grandes artistas a lo largo de la historia. “Desde pequeño, cuando conocí la obra de Francisco de Goya y de Leonardo Da Vinci, quedé deslumbrado y me convertí en un grafomaniaco dibujando por todos lados. Llevo más de medio siglo haciéndolo y que se reconozca el resultado en vida y que exhiba al lado del genio aragonés es literalmente un milagro”, añade.
En esas cinco décadas Fabelo ha trabajado disciplinas como la pintura, el dibujo o la ilustración, pero para el artista su mejor papel es cuando dibuja, al menos, el que más disfruta. “Garabateo por todas partes desde niño, pero me atrae todo lo relacionado con la visualidad y con cuanto medio me permita expresarme”.
El arte virtual también se está convirtiendo en una potente vía. “Estas nuevas modalidades y alternativas para el arte y el coleccionismo son una consecuencia del desarrollo tecnológico. Sería una insensatez ignorar u oponerse a ello, como lo sería también que el arte mismo no estuviera en su sustancia”, sentencia.
Si Goya levantara la cabeza, además de NFT, volvería a ver los horrores de la guerra en Europa; y también una creciente oleada de la inversión en arte. “Todos aquellos que puedan invertir en el arte y su promoción, ya sean privados o instituciones públicas, están favoreciendo el desarrollo artístico y patrimonial humano. Siempre digo que por lo menos es más noble invertir en arte que en artilugios bélicos”.
‘Mundos. Goya y Fabelo’ puede verse hasta el 30 de julio en el Centro Conde Duque de Madrid “España es un referente importante y diría que legendario en la visualidad artística”