Sareb cierra su décimo año de pérdidas: 8.100 millones en total
NÚMEROS ROJOS DE 1.506 MILLONES EN 2022/ La sociedad sólo ha vendido el 48% de su elevada cartera de activos.
El terremoto provocado por el colapso de Silicon Valley Bank y de Signature Bank podría derivar en cambios del marco regulatorio estadounidense.
La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, afirmó ayer que es necesario revisar la desregulación bancaria impulsada en los últimos años por la Casa Blanca y adaptarla a las nuevas circunstancias.
“Los requisitos reglamentarios se han flexibilizado en los últimos años. Creo que es apropiado evaluar el impacto de estas decisiones de desregulación y tomar las medidas necesarias”, apuntó en la trigésimo novena conferencia anual de Política Económica de la Asociación Nacional de Economía Empresarial.
El expresidente de EEUU Donald Trump decidió hace cinco años abrir la mano con los bancos americanos con balances inferiores a 250.000 millones y desde entonces están exentos de cumplir los duros requerimientos de liquidez y capital de la Ley Dodd-Frank, promulgada tras la crisis financiera de 2008.
“Es importante que reexaminemos si nuestros actuales regímenes de supervisión y regulación son adecuados para los riesgos que enfrentan los bancos hoy y debemos actuar para abordar estos riesgos si es necesario”, aseguró.
No obstante, Yellen se mostró satisfecha de cómo el país ha dado solución a la tormenta de los últimos días. Según explicó, existe “una relativa estabilidad” en el sector bancario en general este mes. “El sistema bancario es significativamente más fuerte de lo que era antes de la crisis financiera mundial [...]. Hoy el sistema bancario de Estados Unidos es sólido, incluso en los momentos en los que ha estado bajo presión”, aseguró.
Como ha hecho en las últimas semanas, Yellen defendió públicamente la actuación del presidente Joe Biden en esta crisis. “Hemos utilizado herramientas importantes para actuar rápidamente para prevenir el contagio y son herramientas que podríamos usar de nuevo. Las enérgicas medidas que hemos tomado garantizan que los depósitos de los estadounidenses estén seguros y estaríamos preparados para tomar medidas adicionales si se justifica”, resaltó.
Medidas excepcionales
Biden anunció el pasado 12 de marzo dos medidas excepcionales para cortar de raíz la salida de dinero de bancos regionales con alta concentración de depósitos.
La primera fue garantizar el dinero depositado en bancos quebrados, sea cual sea el importe de los saldos. La normativa limita esta protección con carácter general hasta los 250.000 dólares (229.400 millones de euros).
La segunda fue el anuncio de la puesta en marcha por parte de la Reserva Federal de un manguerazo de liquidez para bancos con dificultades de financiación.
Sareb, la sociedad pública que aglutina la herencia inmobiliaria de las nueve cajas de ahorros rescatadas, sigue perdiendo dinero, aunque a menor ritmo.
El banco malo cerró el año pasado con unos números rojos de 1.506 millones de euros. Esta cifra supone una reducción del 7,4% respecto a 2021.
Buena parte de esas pérdidas son consecuencia de que la cúpula de Sareb está priorizando la venta de lo peor de su balance. Es decir, está intentando dar salida a los activos inmobiliarios más difíciles de comercializar, que son precisamente los que más minusvalías latentes acumulan respecto al precio al que fueron adquiridos.
Sareb nunca ha ganado dinero, aunque Belén Romana, que presidió el banco malo cuando se creó, insistió en que Sareb daría una rentabilidad anualizada del 14% en durante diez años.
Ahora la sociedad tiene al Estado como accionista de control desde hace casi un año y el Gobierno le permite operar con fondos propios negativos. Antes, la mayoría del capital estaba en manos de bancos y aseguradoras.
Desde que se creó la sociedad, ha dado salida al 48% de activos de su cartera, compuesta por créditos dudosos e inmuebles. El 59% de esa bolsa está constituida por inmuebles (pisos, naves industriales, locales comerciales, solares,
Trump suavizó hace 5 años la normativa para los bancos con balances de menos de 250.000 millones
etc.) y, el resto, por préstamos a promotores.
La intensificación de las ventas ha permitido elevar los ingresos un 8%, hasta 2.361 millones de euros, y ha recuperado el nivel previo a la pandemia. Sareb ha traspasado en un año 27.090 inmuebles y suelos, un 9% más.
Las viviendas se están comercializando a un precio medio de 97.000 euros. Las ventas de suelo totalizaron el año pasado 310 millones, un 32% más. Los ingresos procedentes de desarrollos inmobiliarios impulsados a través de Árqura Homes ascienden a 214 millones, un 56% más.
Sareb trabaja desde su creación con el mandato de liquidar todos sus activos de aquí a 2027, fecha en la que vence el plan de negocio.
Su otro compromiso fundacional es devolver los 50.000 millones de euros en bonos avalados por el Estado, su principal fuente de financiación.
El año pasado logró disminuir esa cifra en 3.184 millones, la mayor amortización anual de la última década, pero todavía le queda por devolver un 60% del total. Esta deuda computa para el cálculo del déficit público.
Para reducir gastos, el banco malo ha reducido notablemente la cuantía de las comisiones que pagaba a las empresas que venden sus pisos en exclusiva. Gracias en parte a eso, en el último año los gastos de gestión de inmuebles han caído un 11%. Sareb adjudicó el nuevo contrato de comercialización a Hipoges y a Anticipa/Aliseda (Blackstone).
Sareb ha amortizado 3.184 millones de deuda, pero le faltan por devolver 30.481 millones adicionales
La sociedad pública se libera este año de su principal gasto fijo, un ‘swap’ que le protege de los tipos
‘Swap’
La empresa pública se liberará este año de su mayor coste fijo, un swap que contrató en 2013 para proteger su cartera de bonos de las subidas de tipos de interés. Este derivado le ha costado más de 3.500 millones hasta la fecha.
Desde que el Estado tomó el control accionarial de Sareb, la sociedad realiza programas de vivienda social asequible, donde viven 9.000 familias vulnerables. Además, está promueve la construcción de vivienda destinada al alquiler asequible y ha priorizado la venta de inmuebles a administraciones públicas, como Comunidades Autónomas. La compañía gestiona más de 2.000 alquileres sociales.