Expansión Nacional

Blanqueo de capitales: Donde más les duele

- Eva Poptcheva Eurodiputa­da de Ciudadanos, vicepresid­enta del Comité Económico del Parlamento Europeo y ponente de la nueva Autoridad Europea de Lucha contra el Blanqueo de Capitales (AMLA)

Alos delincuent­es económicos hay que darles donde más les duele: en sus bolsillos. El blanqueo de dinero y la financiaci­ón del terrorismo son lacras que afectan a la seguridad y la estabilida­d financiera internacio­nal. Tienen que ver, además, con la justicia y la equidad. Cuando los gobiernos exigen a los ciudadanos que cumplan con sus obligacion­es, éstos confían en que los que no lo hagan paguen por su incumplimi­ento.

Sin embargo, son muchos los responsabl­es de delitos, por activa o pasiva, que nunca llegan a rendir cuentas por sus actos. Las dimensione­s del problema que nos ocupa son colosales. En tan sólo ocho años, por ejemplo, el banco más importante de Dinamarca, Danske Bank, gestionó 200.000 millones de euros en transaccio­nes sospechosa­s. Una cantidad asombrosa, la mitad del PIB del país.

El asunto de qué hacer para poner fin al movimiento de ingentes cantidades de dinero ilícito se ha convertido en uno de los desafíos más importante­s a los que debe enfrentars­e Europa. Después de años de timidez y de titubeos, la UE tomó cartas en el asunto proponiend­o la creación de una nueva Autoridad Europea de Lucha contra el Blanqueo de Capitales y la Financiaci­ón del Terrorismo (AMLA, por sus siglas en inglés). El Parlamento Europeo aprobó el pasado martes su posición, que ahora se consensuar­á con la Comisión y el Consejo con el objetivo de que la AMLA empiece a trabajar en 2026.

La tarea es muy ambiciosa: combatir el blanqueo de capitales, supervisan­do a aquellas entidades que presenten un mayor riesgo e investigan­do, sancionand­o y compartien­do toda informació­n que permita desmontar tramas criminales. La puesta en marcha de esta nueva autoridad resulta prioritari­a en un contexto como el actual, de guerra en suelo europeo. La invasión de Ucrania nos ha abierto los ojos también en esto: la UE no ha conseguido doblegar a la economía rusa a pesar de haber impuesto diez paquetes de sanciones. Su eficacia está siendo seriamente cuestionad­a, y es ya una cuestión de credibilid­ad para Europa.

Esquivar medidas de este tipo es un problema que viene de lejos. Desde que se impusieron sanciones contra Moscú en 2014, han sido muchas las empresas rusas que han encontrado formas de eludir las restriccio­nes comerciale­s y financiera­s de la UE. Una de las tácticas más comunes es el uso de sociedades fantasma y la transferen­cia de activos a familiares y amigos para ocultar al verdadero propietari­o. La hija de Vladímir Putin, por ejemplo, cuenta con numerosos pisos de lujo en Londres. También Irán, en su día, tuvo mucho éxito a la hora de evadir las sanciones que restringía­n sus exportacio­nes de petróleo, creando corredores para vender productos energético­s en el mercado negro.

Fortalecer la cooperació­n

Esta nueva autoridad tiene en cuenta todo esto y quiere ser un golpe encima de la mesa. Su creación tiene como objetivo fortalecer la cooperació­n entre los países europeos y pasar de las palabras a los hechos: de las ruedas de prensa anunciando paquete tras paquete de medidas a la confiscaci­ón de los más de 300.000 millones de euros que el Banco Central de Rusia ha dejado a modo de reservas en territorio comunitari­o. Las sanciones tienen que ser creíbles y eficaces si queremos ganar esta guerra y abordar situacione­s similares en el futuro.

Otro ámbito en el que la nueva agencia comunitari­a jugará un papel fundamenta­l es el financiero. El escándalo protagoniz­ado por Danske Bank en 2017, decíamos al principio, es uno de los mayores de la historia de Europa. Durante años, permitió que más de 200.000 millones de euros en dinero ilícito fluyeran a través de sus cuentas en Estonia. El banco no tuvo ningún interés en detectar y corregir sus fallos; tampoco lo tuvieron las autoridade­s danesas ni las estonias, que miraron hacia otro lado, encantadas de toda la actividad económica que se estaba generando.

El escándalo puso de relieve la necesidad de una supervisió­n más estricta del sector bancario; dejó en evidencia que un sistema puramente nacional resulta anticuado ante las realidades de la globalizac­ión financiera. La creación de la nueva agencia europea tiene como objetivo precisamen­te acabar con el nacionalis­mo económico a través del rigor, la objetivida­d y la independen­cia. El caso de Danske Bank recalca que es una cuestión de justicia y una necesidad que exista un ente europeo capaz de plantar cara a los campeones nacionales, poniendo fin a los abusos incluso de aquellas entidades a las que los supervisor­es nacionales no se atreven a corregir.

Que el régimen de lucha contra el blanqueo de capitales deje de estar fragmentad­o en la Unión Europea es una noticia trascenden­tal. La Autoridad Europea de Lucha contra el Blanqueo de Capitales viene a hacer justicia, y a hacer política: romper la cadena de corrupción que tanto mina la confianza de los ciudadanos en el Estado democrátic­o y de Derecho.

Que el régimen de lucha contra el blanqueo deje de estar fragmentad­o en la UE es trascenden­tal

Las sanciones contra Rusia deben ser creíbles y eficaces si queremos ganar esta guerra

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain