Marzo, cuando los cisnes negros activan el negocio en Bolsa
TENDENCIA/ La concentración de episodios negativos en el tercer mes de 2020, 2022 y 2023 dispara la negociación de acciones en la Bolsa española.
No hay nada como un buen susto para hacer a los inversores mover sus carteras, negociar nuevas acciones y ajustar sus posiciones. Eso es lo que deja claro un vistazo a los volúmenes de negociación de la Bolsa española.
Según los datos proporcionados por Bolsas y Mercados Españoles (BME), en tres de los últimos cuatro ejercicios marzo se ha erigido como el mes de mayor negociación. Suele ser el tercer mes del año uno de los más activos tradicionalmente, por el hecho de que coincide con el fin del primer trimestre y muchos inversores actualizan sus estrategias, pero en los últimos tiempos ha tenido una prominencia especial por la concentración de los llamados cisnes negros, es decir sucesos inesperados, de baja probabilidad, pero alto impacto en los mercados.
En lo que va de 2023, marzo es, de lejos, el mes con mayor compraventa de títulos, con 37.281 millones de euros. La tormenta bancaria ha sido el evento que ha marcado el mes, con el temor por la caída de dos bancos en Estados Unidos y de Credit Suisse en Europa como factor de tensión que acrecentó la negociación bursátil.
El año pasado también fue marzo especialmente movido. La invasión rusa de Ucrania, y las sanciones interpuestas como represalia, tuvieron un gran impacto en los mercados. Ese mes, la Bolsa española negoció casi 44.000 millones de euros, un 45% más que la media de ese ejercicio.
El tercer mes de 2021 se libró de los eventos negativos, y el volumen de negociación fue más discreto, de 35.000 millones y por debajo del pico de ese año. En cambio, marzo de 2020, en pleno confinamiento por la pandemia, la Bolsa española firmó su mayor pico. Los inversores concentraron transacciones por 55.500 millones de euros.
Atendiendo a estos datos, no sólo la sorpresa, sino también la intensidad del golpe, marcan la negociación. Además, los eventos netamente negativos superan con creces a los positivos en lo que a presión para la compraventa de acciones se refiere. Prueba de ello es que el descubrimiento de la vacuna contra el coronavirus, en noviembre de 2020, provocó que se negociaran 42.000 millones de euros en acciones, un 24% por debajo del dinero que se movió en el mes en el que estalló la pandemia, a pesar del movimiento marcadamente alcista del primero.
Las noticias negativas llevan a los inversores a mover más sus carteras que las positivas