La OPEP+ ayuda a los grupos de ‘shale’
La OPEP+, el cártel petrolero ampliado que incluye a Rusia, es uno de esos productos nuevos y mejorados cuya única novedad real es su envoltorio. La decisión de Arabia Saudí, Irak y sus socios de recortar la producción en más de 1,1 millones de barriles diarios huele al pánico tradicional. Se produce no mucho después de la reducción de dos millones de barriles de noviembre. La medida beneficiará a Rusia y a los perforadores estadounidenses de shale tanto como a los miembros tradicionales de la OPEP (ver pág. 22).
Los precios del crudo son un barómetro de las economías mundiales. Últimamente, los precios han intentado reflejar la subida de los tipos de interés y la ralentización del crecimiento. Antes de la caída del 5% del lunes sobre los 84 dólares el barril, el Brent había bajado un 25% interanual.
Esto ha puesto nerviosa a la OPEP+, que se ha visto obligada a prometer recortes al margen de mecanismos más formales. Los saudíes y los rusos están preocupados por la caída de la demanda mundial de crudo. Los inventarios del primer trimestre ya habían aumentado más de lo previsto, en unos 700.000 barriles diarios. Las turbulencias bancarias han exacerbado la angustia. Sin embargo, la vuelta de China a la normalidad debería haber reforzado la confianza. El tráfico se ha recuperado en el país, el segundo consumidor mundial de petróleo.
Los grupos de shale perforarán más a pesar de los altos costes de los insumos. Disponen de abundante capital. En la Cuenca Pérmica, tres de los mayores productores de shale de EEUU, Chevron, Conoco y Exxon, ya tienen reservas para 40 años de producción.
La demanda china debería repuntar en verano. Pero las economías mundiales siguen siendo frágiles. De no producirse graves trastornos en el suministro debido a acontecimientos políticos, el petróleo se mantendrá por debajo de los 100 dólares el barril durante la mayor parte del año.