Air France y Airbus, absueltas de un trágico accidente
El Tribunal de París absolvió ayer a Airbus y Air France por el accidente del 1 de junio de 2009 de un vuelo Río de Janeiro-París que se estrelló en el Atlántico y causó la muerte de sus 228 ocupantes. Al término de una caótica instrucción que se prolongó durante trece años, las compañías acabaron sentándose en el banquillo acusadas de homicidio involuntario en uno los peores siniestros aéreos de los últimos veinte años.
Después de tres meses de proceso, a finales de 2022 la Fiscalía se había alineado en su alegato con el grueso de las tesis de las empresas al considerar que era “imposible de demostrar” la culpabilidad del accidente, lo que enfureció a las asociaciones de víctimas y las familias. La presidenta del Tribunal, Sylvie Daunis, sostuvo la absolución al señalar, en la lectura de la sentencia, que “no hubo un nexo seguro de causalidad entre las imprudencias/negligencias y el accidente”.
El fabricante aeronáutico Airbus y la aerolínea Air France se arriesgaban a pagar una multa cada una y a soportar un alto coste de imagen y reputación.
La clave del juicio fue saber si el accidente se debió a una falta de preparación de los pilotos, atribuible a Air France; a un fallo del dispositivo de medición de la velocidad, que sería responsabilidad de Airbus; o si, como se barajó durante la instrucción, todo se debió a una impericia de los pilotos, fallecidos en el siniestro.
Aunque el veredicto sí que reconoce la responsabilidad civil, que será examinada en septiembre y podrá abrir vías a nuevas indemnizaciones, las familias de las víctimas y sus abogados reconocieron su enorme decepción por la sentencia del tribunal.