Abengoa abre nueva etapa con Cox Energy
La adjudicación por parte del juez de la unidad productiva del grupo Abengoa a Cox Energy cierra un largo capítulo de casi diez años en la historia de esta compañía, cuyas dificultades financieras se manifestaron en 2014 y que tras muchas vicisitudes concluyó con el concurso de una treintena de sociedades. La unidad productiva ha sido adjudicada por 564 millones de euros, en su mayoría mediante asunción de deuda, y ahora Santander, CaixaBank, BBVA, Crédit Agricole y HSBC deberán validar la operación en los próximos cinco días. Durante el proceso Cox Energy ha aportado liquidez a Abengoa, lo que habría sido valorado positivamente por el juez, para superar contra pronóstico las ofertas de Urbas, Terramar y también las parciales de Acciona, Elecnor, Voltan y dos directivos de Abengoa. A la espera de que se confirme el acuerdo de los bancos, la solución permite mantener 9.500 empleos, y desde este punto de vista la adjudicación supone un éxito. Cox Energy, liderada por Enrique Riquelme, está especializada en energía solar fotovoltaica y cuenta con 61 proyectos en distinta fase de desarrollo en Chile, México, Colombia y otros tres países centroamericanos, con los que aspira a construir una capacidad de 4,7 GW. La compañía está presente en toda la cadena de valor: desarrollo de proyectos, construcción y operación y mantenimiento. La compañía está en su infancia y el plan estratégico contempla ingresos en el entorno de 300 millones de dólares hacia 2026, con unos altos niveles de rentabilidad. Por el momento, en 2022 tuvo ingresos de sólo 22 millones, generando una pérdida neta de 9 millones. El grupo cotiza en la Bolsa de México como Cox Energy América, donde capitaliza el equivalente a 155 millones de euros, y tiene intención de cotizar en el BME Growth (antiguo MAB), lo que sería el primer listing dual México-España. En su oferta, Cox se comprometió a aportar en los próximos tres años una cartera de proyectos con un valor superior a 3.200 millones.