Manuel Fernández de Sousa ingresa en la cárcel de Soto del Real
Manuel Fernández de Sousa, expresidente de Pescanova, ingresaba ayer por la mañana de forma voluntaria en la cárcel madrileña de Soto del Real, donde deberá cumplir la pena de seis años de cárcel por delito continuado de falsedad de cuentas anuales y de falsedad de información económica y financiera.
El ingreso en la cárcel se produjo después de que la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo rechazara la aclaración de sentencia que el condenado había solicitado para rebajar la pena en dos años, hasta los cuatro. Ahora, “la sentencia es firme y no cabe otra”, ha señalado a este diario su abogado el penalista Gonzalo Martínez Fresneda.
También ha explicado que la elección de la prisión madrileña en lugar de la de Pontevedra de A Lama, más cercana a su domicilio, se ha debido a sus vinculaciones familiares y de defensa con la capital –ahí reside un hermano y está el despacho que le asiste y el tribunal que le ha condenado–, “además de que cuenta con un programa de reinserción para este tipo de delitos que no tienen otras prisiones”, ha señalado.
Manuel Fernández de Sousa fue condenado a seis años de prisión por un delito continuado de falsedad en las cuentas anuales de Pescanova y por otro también continuado de falsedad en información económica y financiera. El Supremo rebajó en dos años la pena de prisión sobre la sentencia previa de la Audiencia Nacional porque le absolvió de los delitos de estafa, falsedad documental y por haberle aplicado el atenuante de dilaciones indebidas.
Enorme deuda
La quiebra del grupo pesquero, hoy en venta a la canadiense Cooke, destapó una deuda neta de 3.280 millones de euros, más del doble de la declarada, convirtiendo su concurso de acreedores en uno de los mayores entre empresas españolas.
De su reestructuración, liderada por Deloitte, surgió la sociedad limitada Nueva Pescanova, que concentra los activos y negocios, y que arrastra aún una deuda cercana a los 600 millones de euros.