Los fabricantes españoles ingresan 300 millones por puntos de recarga
El impulso a la movilidad eléctrica está incrementando el volumen de negocio del ecosistema de los coches eléctricos, incluyendo el de fabricantes españoles de puntos de recarga, que superaron el año pasado la barrera de los 300 millones de facturación.
Estas compañías nacionales –Wallbox, Ingeteam, Circontrol, Power Electronics, Simon, Orbis, Veltium, Vega Chargers, Ziv, Efibat, V2C o Woltio– produjeron 360.000 puntos de diferente tipología y potencia durante el año pasado. Del total de unidades montadas por empresas españolas en 2022, el 87% (315.000 puntos) se exportó a otros países, principalmente a destinos como Alemania, Francia, Italia, Polonia, Portugal o Reino Unido, entre otros.
De cara a 2023l, la previsión contempla alcanzar una producción de unas 480.000 unidades, un 33% más que en 2022, y superar los 400 millones en ingresos, según se recoge en el Anuario de la Movilidad Eléctrica 2022-2023, elaborado por Aedive.
Por ello, desde el sector solicitan a las administraciones que pongan en valor a la industria nacional en los concursos públicos y apuntan que la fabricación made in Spain “no solo cuenta con una reputación importante en mercados foráneos, sino también con sus órganos de decisión en España y que dedica una media del 25% de su facturación a I+D”.
El director general de Aedive, Arturo Pérez de Lucia, subrayó la aportación del vehículo eléctrico “en un mundo que cada vez reclama más servicios basados en la electricidad y con una realidad geopolítica que nos obliga a ser más autosuficientes respecto a la compra de combustibles fósiles a terceros países”. A cierre de 2022, en España había 21.573 puntos de recarga públicos operativos, un 60% más que en 2021, de los que el 65% tiene más de 22 kilovatios (kW) de potencia, y otro 30% es de los considerados de alta potencia, con hasta 400 kW.