El nuevo propietario de SVB trata de frenar las salidas de depósitos
CRISIS BANCARIA/ El presidente de First Citizens, propietario de Sillicon Valley Bank, lucha por reconstruir la marca.
ce–. Banco Coca, Banco Fierro… y el Urquijo (símbolo en otros momentos de modernidad financiera nacional) fueron integrados, con mayor o menor voluntad, por Banesto, Central e Hispano Americano. A este último le ayudaron a digerir Urquijo el resto de los grandes bancos, aunque finalmente fue vendido al grupo March y acabó siendo la banca privada de Sabadell.
Caso Banesto
Se puede decir que la crisis iniciada en 1978, más los problemas de la economía generados en los años siguientes, acaba prolongándose prácticamente hasta 1993, cuando el Banco de España se ve obligado a intervenir Banesto, que había sido durante muchos años el primer banco del país, y posteriormente lo vende a Santander, que lo mantuvo como entidad independiente que lo integró en 2012. Fue en medio de la siguiente gran crisis financiera e inmobiliaria que, iniciada en 2008 con los efectos derivados de la quiebra de Lehman Brothers, puso patas arriba a todo el sistema financiero español.
Concentración bancaria
Pero antes de esta segunda crisis de los últimos cuarenta años, pasaron otras cosas relevantes en el sector financiero español. Sin duda la más importante fue el principio de la gran concentración del sector bancario, iniciada por Banco Bilbao y Banco Vizcaya, que generó BBV. Le siguió la de
Central con Hispano (BCH); la de este último con Santander y la de BBV con Argentaria para crear el actual BBVA. De ocho grandes bancos, se pasó en apenas una década a dos: Santander y BBVA.
El mundo de las cajas
En el mundo de las cajas, que representaba en esos años cerca de la mitad del sector financiero por tamaño, también ocurrieron cosas. Algunas crisis de menor impacto real fueron resueltas con fusiones con otras cajas más grandes y solventes y con alguna ayuda del FGD de las cajas, así como numerosos procesos de integración entre cajas cuya área de influencia era la provincia. Se fusionaron cajas municipales con cajas provinciales que dieron lugar a una única caja en cada territorio provincial.
Cataluña fue una excepción porque allí coexistieron, bajo la alargada sombra de La Caixa de Pensiones, más cajas provinciales o municipales que provincias tiene la comunidad autónoma. Y el exceso de fichas bancarias y de red de oficinas con que contaban los bancos, fruto de las compras realizadas años antes y de los procesos de fusión posteriores, provocó que en varias ocasiones los bancos matrices vendieran fichas bancarias con oficinas a otros bancos extranjeros que quisieron probar fortuna en España (tampoco les fue bien) y a algunas cajas de ahorros que, en el proceso de crecimiento y expansión territorial más allá de sus originales zonas de influencia, encontraron por esta vía una manera rápida y no muy costosa de ampliar su presencia y ganar tamaño dentro del sector financiero.
El nuevo propietario de Silicon Valley Bank está “luchando” para reparar su marca dañada, detener las salidas de depósitos y evitar que decenas de banqueros más dimitan y se unan a sus rivales mientras intenta reconstruir el banco estadounidense que colapsó el mes pasado.
“Estamos en la primera fase de estabilización y de volvernos a poner en funcionamiento”, dice Peter Bristow, presidente de First Citizens, que adquirió SVB en un acuerdo histórico negociado por los reguladores en marzo.
First Citizens mantendrá el nombre SVB y administrará el negocio como una unidad distinta de su propio banco, que tiene una red de más de 550 sucursales en Estados Unidos
Sin embargo, Bristow está luchando por restaurar la confianza en SVB, cuyo fracaso después de una apuesta desafortunada en bonos de gobierno a largo plazo provocó una crisis bancaria en EEUU y Europa y se espera que provoque un régimen regulatorio más estricto para los bancos a nivel mundial.
“[SVB] fue el banco número uno en tecnología y salud durante más de 30 años y de repente eso desapareció, por lo que dedicamos mucho tiempo a tratar de darles a las personas la confianza de que estamos en el banco y planeamos continuar con el modelo que había hasta ese momento”, dijo Bristow.
En marzo, SVB sufrió una fuerte salida de depósitos que terminó con la quiebra del banco, lo que supuso el mayor colapso en el sistema financiero en el país desde la crisis financiera de 2008. Desde entonces, First Citizens ha intentado asegurar a los clientes y al personal de SVB que “la actividad se mantiene como siempre”.
First Citizens, el banco familiar más grande de EEUU duplicó sus activos a 219.000 millones de dólares (197.340 millones de euros) cuando compró SVB, llevándolo del
La crisis en las cajas, que suponían la mitad del sector financiero, se solucionaron con fusiones
banco en la posición 30 en el ránking por activos en EEUU a la decimosexta.
Como un banco de la costa este del país con poca experiencia en capital de riesgo, algunos inversores y fundadores de Silicon Valley se muestran escépticos con que First Citizens proporcione la misma infraestructura crítica para nuevas empresas tecnológicas. SVB era conocido por otorgar préstamos arriesgados a empresas en dificultades basándose en décadas de buena voluntad con sus socios de private equity.
Como recién llegado a Silicon Valley, First Citizens primero debe decidir si quiere mantener los mismos lazos con la comunidad tecnológica que tenía SVB, lo que finalmente le dejó con una base de clientes altamente concentrada y que, después, le hizo vulnerable a una corrida de depósitos. Alrededor del 95% de los depósitos de los clientes superaban el tope de la garantía del fondo de depósitos establecida en 250.000 dólares.
First Citizens tendrá que incentivar a los banqueros de SVB para que permanezcan en el banco a fin de preservar esas relaciones mientras los rivales intentan entrar en su mercado.
Mantener a sus clientes podría resultar aún más difícil. SVB ha seguido perdiendo depósitos en las semanas posteriores a la fuerte salida de saldos que se produjo el pasado 9 de marzo. Las revelaciones de First Citizens a sus inversores mostraron que SVB tenía 56.000 millones de dólares (50.461 millones de euros) en depósitos cuando fue adquirida, unos 134.000 millones de dólares (120.747 millones de euros) menos de lo que la propia entidad registró a principios de año.
El ejecutivo trabaja también para evitar que más banqueros salgan de la entidad
Bristow mantendrá el nombre y gestionará SVB como una unidad de negocio distinta a su banco