La colocación se ejecuta a través de acciones clase B que tienen menos derechos políticos
Goldman Sachs tiene una opción para vender acciones por un 15% adicional (‘green shoe’)
con un pay out del 40% durante los últimos 20 años, lo que se traduciría en el pago de 186 millones de euros con cargo a los resultados de 2023, según fuentes del mercado. Los inversores, en cualquier caso, aprecian que el verdadero valor de Puig está en su crecimiento futuro.
El grupo no ha detallado aún la horquilla de valoración de su salida a Bolsa, pero en el
mercado se espera que la compañía alcance un valor empresa en el entorno de los 15.000 millones de euros. La previsión es que coloque alrededor del 25% de los derechos económicos de la empresa, pero apenas el 5% de los políticos, gracias a la estructura de acciones de clase A y B. Las acciones de clase A, que se mantendrán en poder de la familia fundadora, tienen cinco derechos de voto, frente a uno de las clase B, pese a que los derechos económicos son iguales.
Esta fórmula permite a la familia fundadora mantener el control absoluto de la empresa, incluso si en el futuro realiza nuevas ventas o ampliaciones de capital, en línea con la estructura de capital de otras empresas que operan en el sector del lujo como Estée Lauder y Richemont.
Los recursos que captará con la OPS se destinarán a financiar la compra de Charlotte Tilbury y Byredo, que son las dos mayores adquisiciones ejecutadas desde 2020 por Puig, y para afrontar “cualquier inversión estratégica futura y gastos de capital”, como avanzó EXPANSIÓN. En el anuncio de su intención de cotizar (ITF en inglés), Puig desvela que parte de las nuevas acciones irán a parar a los minoritarios de esas empresas (ver información adjunta).
Además, Goldman Sachs –como asesor principal de Puig en el proceso de salida– contará con una opción para vender acciones equivalentes a un 15% adicional al importe inicial de la colocación, el denominado green shoe.
Asesores
JPMorgan es el otro banco que actúa como coordinador global junto a Goldman. En el segundo escalón de bancos figuran Bank of America, BNP Paribas, CaixaBank y Santander con un papel conocido como joint bookrunners. BBVA y Sabadell participan con el rol de colead arrengers.
Linklaters es el bufete de abogados que asesora en los aspectos legales a Puig y los bancos cuentan con Davis Polk y de Cuatrecasas.