Por qué la OPV de Puig despierta interés
Puede que la belleza esté en los ojos de quien la mira, pero el sector de la cosmética, en rápido crecimiento, debería tener un atractivo más amplio para los inversores. Las fragancias, las cremas faciales y las bases de maquillaje tienen las cualidades seductoras de unos márgenes elevados, poder de fijación de precios y una cuota creciente de los presupuestos familiares.
Estos puntos fuertes no se reflejan en los resultados del minorista de belleza alemán Douglas, que cae más de un 10% desde su salida a Bolsa en marzo. Puig, una empresa que suele figurar entre las más rentables del sector con marcas como Paco Rabanne y Nina Ricci, debería tener mejor suerte. Ayer reveló su intención de debutar en el parqué en España con una valoración de hasta 10.000 millones.
El grupo barcelonés era originalmente un fabricante de fragancias con licencia. En la última década se ha lanzado a comprar marcas, con 10 operaciones en 12 años, incluida una participación mayoritaria en Charlotte Tilbury. La diversificación hacia el cuidado de la piel y la cosmética está dando sus frutos: fueron los segmentos de mayor crecimiento en 2023. Los planes para captar 1.250 millones con la salida a Bolsa podrían financiar nuevas compras y consolidar la propiedad de empresas en las que ha adquirido participaciones mayoritarias.
También se prevé una importante venta secundaria por parte de la familia Puig, que mantendrá el control de la empresa con acciones de doble clase.
La belleza es una categoría a través de la que los grupos de lujo entablan una relación con nuevos consumidores con aspiraciones. La estrategia de adquisición de marcas de Puig está dando sus frutos. Sus ventas superaron al mercado el año pasado con un aumento del 19%, donde el maquillaje y el cuidado de la piel crecieron un 23% y un 31%, respectivamente. Esto último se atribuye al éxito de Charlotte Tilbury, popular por productos como Magic Cream.
No obstante, se prevé que el gasto en belleza se ralentice este año en consonancia con la desaceleración general del lujo. Según Bernstein, el sector podría registrar un crecimiento de las ventas del 7% este año, frente al 15% de 2023.
A pesar de ello, la valoración propuesta de Puig parece asequible. Supongamos que sigue obteniendo buenos resultados y que las ventas crecen un 10% este año, los márgenes de ebitda se mantienen en el 20% y la deuda neta permanece más o menos constante. Entonces, el múltiplo valor de empresa/ebitda sería de 10,5 veces a una valoración de 10.000 millones de euros. Esta cifra sería muy inferior a las 20 veces a las que cotiza L’Oréal y a las 12 veces de Coty y L’Occitane.
Por el momento, la mayor OPV de España en años pinta bien.