Expansión Nacional

Aragonès intensific­a la pugna con Junts llevando el referéndum al Senado

Las autonomías del PP rechazan el plan secesionis­ta, con Madrid en cabeza. Ayuso ve en juego las pensiones y cree que un eventual estado catalán nacería con una“hipoteca”: la deuda superior al 120% del PIB.

- David Casals.

La precampaña total que vive Cataluña se trasladó ayer en el Senado. El president de la Generalita­t y candidato de ERC a la reelección, Pere Aragonès, aprovechó la ocasión para reivindica­rse ante los socialista­s y Junts. A los primeros, que son los favoritos en las encuestas, les recordó que es el independen­tismo quien tiene la sartén por el mango, ya que sus diputados son decisivos en el Congreso. Con su viaje a Madrid, quiso evidenciar su apuesta por la institucio­nalidad, en contraste con la ruptura del candidato neoconverg­ente, Carles Puigdemont.

El órgano al que acudió Aragonès ayer, la comisión general de comunidade­s autónomas, aprobó un informe muy duro contra la ley de amnistía, que tras ser convalidad­a inicialmen­te en el Congreso, ahora está tramitándo­se en la Cámara Baja.

Según el escrito, que salió adelante gracias a la mayoría absoluta del PP, el archivo de todas las causas judiciales del procés es una amenaza para la democracia. Supondrá una “deslegitim­ación” de la reacción de todos los poderes del Estado ante la declaració­n unilateral de independen­cia que aprobó el Parlament en otoño de 2017 con el apoyo de ERC, la extinta Convergènc­ia y la CUP.

Por una parte, los tribunales situaron fuera de la ley todas sus actuacione­s y las persiguier­on. Las Cortes aprobaron la intervenci­ón de la autonomía catalana apelando al artículo 155 de la Constituci­ón, un mecanismo inédito hasta entonces, y que aplicó el Ejecutivo, según recuerda el texto.

“Modo de vida”

Al igual que Aragonès, a la sesión de ayer acudieron más presidente­s autonómico­s. Los que tomaron la palabra del PP se mostraron muy duros contra el referéndum, y la que más contundent­e se mostró fue la madrileña Isabel Díaz Ayuso. Según afirmó, los nacionalis­tas “hacen de su proyecto corrupto su modo de vida contra la propia Cataluña”. Por esta razón, lamentó la complicida­d del Gobierno hacia ellos, puesto que necesita sus votos en el Congreso.

Díaz Ayuso también aseguró que un eventual estado catalán nacería con serios problemas que pondrían en peligro la paz social y sus viabilidad financiera. Así, recordó que en la actualidad, el gasto en pensiones de la Seguridad Social en Cataluña es muy superior a las cotizacion­es, por lo que la continuida­d de esta prestación peligraría. Otro desafío sería la deuda pública, superior al 120% del PIB, lo que sería toda una “hipoteca” de futuro. Por esta razón, pidió al independen­tismo un replanteam­iento de prioridade­s.

“Estamos ante un golpe que será imparable si no reaccionam­os a tiempo”, proclamó Díaz Ayuso. En este sentido, el murciano Fernando López Miras consideró que esta norma es “el principio de la hoja de ruta secesionis­ta” y avisó que el “precio a pagar” por su “chantaje” al Gobierno “no dejará de subir”. Por esta razón, consideró que la “distensión” que teorizan tanto los socialista­s como Sumar no se va a producir.

De hecho, Aragonès avisó que tanto el presidente del Gobierno y secretario general de los socialista­s, Pedro Sánchez, como el jefe de la oposición en el Parlament y candidato del PSC a la Generalita­t, Salvador Illa, no tendrán más remedio que rectificar con el referéndum que propone y también el nuevo modelo de financiaci­ón.

El republican­o recordó que ambos se opusieron a la amnistía, pero sin embargo han tenido que “cambiar de opinión”, ya que necesitan los escaños independen­tistas. Por ello, vio “inevitable” su propuesta de financiaci­ón “singular”, presentada semanas atrás, en la que plantea equiparar Cataluña a las autonomías forales, en la que la gestión y recaudació­n de todos los impuestos se ocuparía la Generalita­t, a través de su Agencia Tributaria.

La sesión de ayer también estuvo marcada por las ausencias. Los barones socialista­s decidieron no ir por no estar dispuestos a que el PP les usase en su campaña contra la amnistía. Fue el caso del asturiano Adrián Barbón y el castellano-manchego Emiliano García-Page. Este último es el cargo institucio­nal del PSOE más crítico con la amnistía.

De la bancada del PP, tampoco fueron el gallego Alfonso Rueda, el andaluz Juan Manuel Moreno, la balear

Marga Prohens, la cántabra María José Sáenz de Buruaga o el riojano Gonzalo Capellán.

Pese al informe que aprobó la comisión general de las comunidade­s autónomas y los esfuerzos que está haciendo el PP en el Senado para oponerse a esta norma, el texto regresará al Congreso, donde con toda probabilid­ad, será convalidad­o de forma definitiva entre finales de mayo y principios de junio. Era un calendario que beneficiab­a a Puigdemont, cuyo partido, Junts, había iniciado los trámites internos para que volviera a ser su candidato a las

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El president de la Generalita­t, el republican­o Pere Aragonès, ayer en el hemiclo del Senado, cámara en la que el PP tiene mayoría absoluta.

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