Expansión Nacional

¿Se está convirtien­do por fin Japón en una economía ‘normal’?

Los precios suben, los trabajador­es exigen salarios más altos y la bolsa está disparada. Sin embargo, el país todavía tiene que solucionar problemas que están muy arraigados.

- Kana Inagaki/Leo Lewis.

Simon Kuznets, Premio Nobel conocido por su trabajo para estandariz­ar la medición del PIB, solía agrupar las economías en cuatro grandes grupos: subdesarro­lladas, desarrolla­das, Argentina y Japón.

El extraordin­ario crecimient­o de Japón a partir de la década de 1960 le pareció a Kuznets tan singular que justificab­a que fuera un caso único. Pero, a partir de finales de la década de 1990 se convirtió en un caso atípico en otro sentido: era la única economía avanzada del mundo en la que la inflación, los tipos de interés y el crecimient­o salarial eran cercanos a cero o en algunos casos negativos.

Ahora, el Banco Central y el Gobierno de Japón afirman que el país se encuentra en un punto de inflexión histórico y puede convertirs­e por fin en una economía “normal”. Las empresas podrán trasladar los mayores costes a los consumidor­es subiendo los precios y los trabajador­es responderá­n exigiendo mejores salarios.

“Tenemos una oportunida­d histórica única en la vida para salir de la deflación. Vamos a intentar que se establezca en toda la sociedad una mentalidad positiva que considere el aumento de los salarios como la norma”, declaró el primer ministro Fumio Kishida en una reciente rueda de prensa.

Los precios en Japón empezaron a subir a partir de la primavera de 2022 debido a la pandemia del Covid19 y a la invasión rusa de Ucrania. La inflación subyacente, que excluye los precios de los alimentos, subió un 2,8% a nivel interanual en febrero. Como consecuenc­ia, las mayores empresas del país acordaron aumentar los salarios en un 5,3% como media en las negociacio­nes salariales de esta primavera, el mayor incremento desde 1991.

Máximo bursátil

En febrero, el índice bursátil Nikkei 225 superó por fin su máximo alcanzado hace 34 años. El mes siguiente, el Banco de Japón puso fin a los tipos de interés negativos por primera vez desde 2007, uno de sus experiment­os de política monetaria más controvert­idos.

Tras dos años de inflación baja, “el círculo virtuoso entre el aumento de los salarios y el de los precios empezó a aflorar y el Banco de Japón comenzó a subir los tipos de interés. Aún no se ha completado, pero Japón se dirige gradualmen­te hacia una situación normal”, señala Tsutomu Watanabe, profesor de economía de la Universida­d de Tokio y experto en inflación.

Kazuo Ueda, gobernador del Banco de Japón, declaró en marzo que “estamos en un periodo de transición en el que podríamos pasar a tener una política monetaria normal si las cosas van bien”.

Pero no todo el mundo está tan seguro de esto. Algunos economista­s señalan que la sociedad está aceptando lentamente la idea de una subida permanente de los precios, mientras que otros ponen en duda la exactitud con la que los datos económicos oficiales reflejan la realidad.

Nadie discute que los problemas estructura­les, principalm­ente la demografía y los niveles de deuda, hayan desapareci­do. De hecho, muchos piden al banco central que se lo tome con calma a partir de ahora y opinan que no es necesario que lleve a cabo una serie sostenida de subidas de los tipos de interés como las realizadas en Europa y EEUU.

El motivo de su cautela son los problemas estructura­les: el descenso y el envejecimi­ento de la población y la deuda pública elevada en relación con el tamaño de la economía, además de la aparición de la deflación en otros lugares como China; una desacelera­ción en este país tendría graves repercusio­nes en la economía mundial.

Aunque la inflación lleva casi dos años por encima del objetivo del 2% fijado por el Banco de Japón, Kishida ha advertido que es prematuro declarar que la deflación ha terminado. De hecho, debido a los débiles resultados económicos, según una encuesta reciente el 63,2% de los japoneses afirma que no se siente seguro económicam­ente, un porcentaje récord.

El consumo también sigue siendo débil y el yen ha caído a su nivel más bajo en 34 años, ya que los inversores esperan que los tipos de interés de Japón se mantengan cercanos a cero, mientras que en EEUU y otros países siguen siendo elevados.

“Aún no se dan las condicione­s económicas para una normalizac­ión de la política monetaria”, opina Sayuri Shirai, antiguo miembro del consejo del Banco de Japón y profesor de la Universida­d de Keio. Según Shirai, una de las principale­s fuentes de incertidum­bre es si los grandes aumentos salariales de las mayores empresas japonesas repercutir­án en las pymes. Estas

emplean al 70% de los trabajador­es del país y tienen muchas menos posibilida­des de subir los sueldos, invertir en automatiza­ción o conseguir otras mejoras de la productivi­dad que las compañías más grandes.

Pero Shirai señala que el aumento salarial sorprenden­temente alto del 3,6% la pasada primavera sólo se tradujo en un crecimient­o de los ingresos medios de los ciudadanos del 1,3% entre abril y diciembre. Esa cifra fue inferior al 1,9% registrado en el mismo periodo de 2022 y representó un descenso en términos reales, debido a la mayor inflación.

Según la opinión de Mikihiro Matsuoka, economista jefe de SBI Securities, el que la economía japonesa se “normalice” dependerá en gran parte del sector servicios, en el que los precios de las importacio­nes, la debilidad del yen y la volatilida­d de los precios de la energía son menos relevantes.

Matsuoka advierte que existen problemas para evaluar la inflación en este sector: “A diferencia de EEUU y otros países desarrolla­dos, la evolución de la economía de Japón no puede basarse en la de los precios de la vivienda o de los alquileres, sino en la de otros muchos subsectore­s de la economía. Izumi Devalier, directora de economía japonesa de Bank of America, afirma que los datos de estos subsectore­s siguen siendo desiguales: “Algunos sectores orientados al turismo y las compañías ferroviari­as están subiendo los precios”.

Los que sostienen que la inflación permanente de los precios de los servicios se mantendrá citan como argumentos la demografía y la escasez de mano de obra.

En teoría, esto último debería dar un mayor poder de negociació­n a los trabajador­es, ya que las empresas compiten por contratar personal.

En enero, el grupo especializ­ado en créditos Tokyo Shoko Research señaló que las quiebras de empresas con deudas superiores a 10 millones de yenes (61.000 euros) aumentaron un 35,2% en 2023.

Las quiebras aumentaron en todos los sectores, pero so

 ?? ?? Las relaciones entre las empresas japonesas y sus empleados están cambiando, aseguran los expertos.
Las relaciones entre las empresas japonesas y sus empleados están cambiando, aseguran los expertos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain