Las relaciones entre EEUU y China se han “estabilizado”
La secretaria del Tesoro estadounidense constata, desde Pekín, que los dos gobiernos se han acercado en el último año.
La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, pondrá fin hoy a una visita de cinco días a China en la que ha constatado que las tensas relaciones diplomáticas y comerciales entre ambas potencias se han estabilizado en el último año. Lo aseguró el domingo, tras reunirse con el primer ministro chino Li Qiang y lo volvió a destacar ayer, ante la prensa, en vísperas de regresar a Washington.
Yellen aseguró que las relaciones entre Washington y Pekín están en una posición “más sólida” resultado de una “diplomacia intensificada” y la creación de grupos de trabajo económicos y financieros que han permitido “conversaciones sustanciales y en profundidad”.
La funcionaria destacó tres áreas principales de progreso durante sus reuniones con altos funcionarios chinos en los últimos días: el comienzo de intercambios intensivos sobre un “crecimiento equilibrado”, la expansión de la cooperación en la lucha contra las finanzas ilícitas y la continuación de intercambios técnicos financieros. En ese sentido, Yellen anunció la puesta en marcha de un nuevo mecanismo de cooperación entre el Tesoro estadounidense y el Banco Popular chino para profundizar en la lucha contra el lavado de dinero y otras formas de delitos financieros.
En el ámbito de la seguridad nacional, Yellen reiteró el compromiso de EEUU de impedir el flujo de materiales que apoyen la base industrial de defensa de Rusia en su guerra contra Ucrania. Advirtió de que las empresas se enfrentarán a sanciones si brindan apoyo material a Moscú. Pekín ha mantenido una posición ambigua en relación a la guerra en Ucrania. Casualmente, ayer llegó a Pekín, también en visita oficial, el ministro ruso de Exteriores, Sergey Lavrov.
Yellen quiso lanzar un mensaje optimista sobre el resultado de su visita a China, aunque lo cierto es que los dos países siguen enzarzados en disputas sustanciales que afectan de forma directa a sus respectivas economías. Aunque Washington ha intentado por todos los medios ganar independencia en relación a la economía china, Yellen admitió que EEUU no busca un desacople entre ambas potencias, lo que en su opinión sería “desastroso”, sino una “gestión responsable de los complejos desafíos” que afrontan las dos economías. En esa línea, Yellen insistió ante las autoridades chinas en la necesidad de que Pekín cambie su estrategia industrial, ya que pone en riesgo empleos estadounidenses. “China es simplemente demasiado grande para que el resto del mundo absorba esta enorme capacidad (...) y cuando el mercado global se ve inundado por productos chinos artificialmente baratos, la viabilidad de las firmas estadounidenses y otras extranjeras se ve cuestionada”, explicó Yellen.
Yellen no se refirió de forma directa a las discrepancias entre Washington y Pekín sobre Taiwan, aunque según publicó ayer Financial Times, el presidente de EEUU, Joe Biden, advertirá al gobierno chino sobre la creciente y agresiva actividad del ejército chino en el sur del Mar de China.
El último día del viaje oficial de Yellen a China coincidió con el anuncio por parte de la Casa Blanca de un acuerdo con el fabricante taiwanes de chips, TSMC, por valor de 6.600 millones de dólares (ver página 16). La compañía utilizará ese dinero para ampliar sus instalaciones en Arizona; de esta manera, EEUU aumentará la producción local de semiconductores.