Banco de España: sin ajustes, la deuda subirá al 120%
Lo advirtió el FMI la semana pasada y lo subrayó ayer el Banco de España: el Estado español necesita un plan de consolidación fiscal a medio y largo plazo para corregir sus desequilibrios presupuestarios, porque, de lo contrario, la bola de nieve del endeudamiento público se hará cada vez más grande. El supervisor alertó ayer de que, en ausencia de cambios en las políticas fiscales y presupuestarias, “lo que supondría un incumplimiento de las nuevas reglas fiscales”, la deuda pública se auparía hasta el 108% del PIB en 2026 y, lo que es más grave, se dispararía hasta el 120% en el horizonte de 2040. Así lo advirtió el Banco de España en su Informe de Estabilidad Financiera de Primavera de 2024. Las nuevas reglas fiscales, pendientes de ratificación por los Estados miembros de la UE, exigen a los países más endeudados, entre los que sobresale España, una senda de gasto que asegure que la ratio entre deuda pública y PIB dibuje una curva descendente hacia el techo máximo del 60% que fija el Pacto de Estabilidad, con un déficit inferior al 3%.
España dio carpetazo a 2023 con una ratio de deuda sobre PIB del 107,7%, “más de 30 puntos porcentuales por encima de la media simple (ponderada) de la UEM”, enfatiza el Banco de España, que avisa de la creciente presión que sobre el gasto público supone el imparable envejecimiento de la población por los mayores desembolsos en pensiones y sanidad. El supervisor calcula que, si no se acometen reformas adicionales “significativas”, el gasto en pensiones aumentará en más de dos puntos de PIB en las próximas dos décadas, el doble que en la zona euro (un punto). A ello habría que añadir “otros desafíos de largo plazo, como el aumento del gasto en defensa y las necesidades de inversión pública para la transición climática”.
Para frenar el deterioro de las finanzas públicas, el Banco de España apuesta por un plan de consolidación “caracterizado por un esfuerzo de 0,5% del PIB, hasta lograr un equilibrio en el saldo estructural”. Considera que, con este ajuste, la deuda podría descender hasta el 75% del PIB en 2040.
La semana pasada, el FMI también puso cifras al calibre del ajuste que debería afrontar España para enderezar sus desequilibrios presupuestarios. En concreto, el Fondo calculó que para cumplir con las nuevas reglas fiscales España debería recortar su déficit primario estructural (aquel que no depende del ciclo económico) en 3 puntos de PIB de aquí a 2028; esto es, alrededor de 0,6 puntos cada año, lo que significaría un ajuste próximo a los 44.000 millones en un quinquenio (unos 8.800 millones al año). En la actualidad, el déficit estructural de España ronda el 3,7% del PIB, según cálculos del supervisor, frente al 3,1% del promedio de la zona euro.
Estos datos ponen de relieve “la necesidad de implementar, con la mayor celeridad posible y en el contexto europeo del nuevo marco de gobernanza económica, un plan de consolidación de las finanzas públicas” que ayude a reducir la deuda y a mejorar “la capacidad de resiliencia de la economía española para hacer frente a los desafíos futuros”, insistió el Banco de España.
Apuesta por un ajuste del 0,5% del PIB hasta lograr “un equilibrio del saldo estructural”