España crece más, pero apremian los ajustes
España logrará mantenerse a la cabeza del crecimiento global este año, según el FMI, con un avance del 1,9%. Es una mejora notablemente superior a la de nuestros pares comunitarios, que para el organismo multilateral confirma que la economía española está “en buena forma”. Pero no cabe dejarse llevar por el conformismo. Parte del dinamismo diferencial que muestra nuestro país frente al resto de potencias de la zona euro procede de la multimillonaria inyección de los recursos del fondo de recuperación europea, así como del decalaje en la reconquista de los niveles de riqueza previos al Covid. Es incuestionable que sectores como el turismo ejercen como tractores del crecimiento, pero también que la corrección de los desequilibrios macroeconómicos continúa pendiente. De hecho, el Fondo ubica a España en el grupo de países que mayores ajustes deben implementar a lo largo del próximo lustro dados los históricos niveles de deuda pública y déficit presupuestario y la reimplantación de las reglas fiscales europeas. El Gobierno ha desperdiciado los récords de recaudación tributaria propiciados por la espiral inflacionista en los dos últimos ejercicios que, según todas las previsiones, volverá a superarse este 2024 por la elevada presión fiscal sobre hogares y empresas. Además, los técnicos del organismo alertan de la debilidad de la inversión privada y los elevados niveles de paro (que duplican el promedio de la zona euro) a pesar de la intensa creación de puestos de trabajo en los últimos ejercicios. Ante los mayores riesgos externos, es imperativo acelerar la consolidación fiscal no ejecutada.