La magia detrás de Pixar: matemáticas, ciencia y talento
CaixaForum Madrid presenta un espacio que recoge las técnicas creativas del estudio.
¿Sabía usted que se necesitaron 100 millones de horas de computación para renderizar (generar una imagen o animación a partir de un modelo tridimensional) la película Monstruos University? ¿O que se tardó más de un mes en pintar digitalmente el coche del villano Al en Toy Story 2? Durante años, los espectadores sólo podíamos conocer el talento del estudio de animación Pixar –subsidario de Walt Disney Studios– a través de sus películas. Sin embargo, gracias a la colaboración entre la Fundación La Caixa y el Museum of Science de Boston, llega hoy a Madrid La Ciencia de Pixar, una exposición que permite conocer de forma interactiva los desafíos técnicos detrás de las aventuras de Nemo, Woody y compañía.
Hasta el próximo 8 de septiembre, los visitantes del CaixaForum de Madrid podrán disfrutar de 815 metros cuadrados “repletos de obras que alientan y que permiten comprender mejor la ciencia y las matemáticas que intervienen en la creación de las películas de Pixar”, asegura Elisa Durán, directora general adjunta de la Fundación La Caixa durante la presentación del espacio. Asimismo, la exhibición pone en relieve “un trabajo organizado y sistemático: es la suma de profesionales especializados y talentos que actúan como una gran orquesta. La magia de Pixar es un ejemplo de liderazgo para el mundo del emprendimiento por su dedicación y visión a largo plazo”.
Hacer cine en lenguaje binario
En sus orígenes, el cine de animación era considerado algo pasajero y poco fructífero. Tras la irrupción del primero en 1937, Blancanieves y los siete enanitos, muchas voces populares de la época señalaron a este tipo de largometrajes como “algo diabólico” e incluso “insano” para los más pequeños de la casa. Qué equivocados estaban. Hoy, las películas de Pixar y Disney son un referente para varias generaciones y, como dijo Walt Disney, “todo comenzó con un ratón”. Pero, ¿cómo se diseñan estas grandes aventuras? Antaño, se animaban manualmente usando acetato de celulosa y se grababa fotograma por fotograma cada movimiento que aparecía en pantalla. No fue hasta la irrupción de la animación digital cuando los ordenadores suplieron esta farragosa faena. Si Blancanieves y los siete enanitos fue el primer filme animado, Toy Story (1995) de Pixar fue el primer largometraje animado hecho completamente por ordenador. “Para diseñar sus películas, Pixar ideó un modelo de trabajo en ocho pasos –algo así como una cadena de montaje– que sigue utilizando en la actualidad”, señala Javier Hidalgo, director de Exposiciones de Ciencia de la Fundación La Caixa.
El primer paso es el modelado. “El diseño de personajes comienza cuando los artistas conciben bocetos y esculturas de arcilla para que posteriormente pueda crearse un modelo en tres dimensiones”, añade Hidalgo. Acto seguido, pasamos al rigging. Este concepto consiste en