La banca reclama una revisión de la regulación para poder competir mejor
Las entidades piden una “simplificación” y una visión completa de los requerimientos regulatorios implementados tras la gran crisis financiera. Consideran que es necesario un equilibrio entre la estabilidad financiera y el crecimiento.
La banca española reclama a las autoridades una simplificación y una visión completa del marco regulatorio para lograr un equilibrio entre estabilidad financiera y crecimiento, según coincidieron ayer distintos ejecutivos del sector, durante su participación en el V FORO INTERNACIONAL EXPANSIÓN, organizado en colaboración con el think tank internacional The European HouseAmbrosetti.
Durante el encuentro, el sector también descartó el riesgo de una excesiva concentración, en un escenario marcado por la opa lanzada por BBVA sobre Sabadell.
Seguridad
José Antonio Álvarez, vicepresidente de Santander, señaló que, tras la gran crisis financiera internacional de 2008, los requerimientos de capital a la banca se han multiplicado “exponencialmente”, con el objetivo de dar más seguridad.
“Los mayores niveles de solvencia pueden dar más confianza. Subrayo pueden. Los tres bancos que entraron en dificultades el pasado año –Credit Suisse, SVB y First Republic– estaban fenomenalmente capitalizados. Esto nos lleva al modelo de negocio”, reflexionó Álvarez, durante una mesa redonda moderada por Mayte Ayuso, redactora jefe de EXPANSIÓN.
El ejecutivo planteó la necesidad de encontrar una combinación entre “una regulación para todos los actores que desarrollen la misma actividad –que actualmente no existe, lamentó–, y una supervisión inteligente que analice los riesgos idiosincráticos de cada entidad”.
“Hasta ahora, hemos tenido una regulación que era ‘café para todos’ en forma de más capital. Es necesario afrontar esta situación. No podemos seguir pidiendo más capital a los bancos”, apeló.
Álvarez alertó que, en caso contrario, las entidades abandonarán determinados negocios, como los préstamos a plazos superiores a cinco años al margen de las hipotecas, que actualmente ya se han convertido en “muy punitivos” para los bancos.
La etapa de tipos de interés negativos, junto a unos costes crecientes, entre ellos los regulatorios, y las mayores exigencias de capital han deteriorado la rentabilidad de la banca, explicó.
“Si pedimos mucho capital a las entidades, disminuirá su capacidad de competir y su cuota de mercado”, alertó el vicepresidente de Santander.
Entre los costes regulatorios, Álvarez destacó las crecientes exigencias de cumplimiento: “No podemos ser la policía de todo y no fallar nunca”.
El banquero, por otra parte, constató las barreras que siguen existiendo para las fusiones transfronterizas por, entre otras, las dificultades para materializar sinergias de costes. “Las sinergias de ingresos el mercado no suele creerlas”, analizó.
En las integraciones de perfil internacional, los ahorros por reducción de oficinas son limitados al no existir solapamientos de redes de sucursales.
Adicionalmente, también hay obstáculos para ajustar costes internos como los de sistemas o tecnología.
“Es difícil lograr reducciones de gastos por las diferentes normativas sobre, por ejemplo, protección al consumidor, quiebras, resolución o fondos de garantía de depósitos”, enumeró.
“Es muy complicado construir un caso de inversión sobre estos elementos, lo que dificulta la consolidación”, indicó Álvarez.
Avalancha normativa
El diagnóstico fue compartido por el presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, que también puso el foco en la complejidad regulatoria y en sus crecientes costes.
En los últimos cinco años, se han desarrollado más de 1.800 normativas bancarias.
JOSÉ ANTONIO ÁLVAREZ Vicepresidente de Santander
“Los costes regulatorios son muy elevados. Las entidades financieras no podemos ser la policía de todo y no fallar nunca” ELIZABETH MCCAUL Miembro del Consejo de Supervisión del BCE
“No tenemos una visión clara del riesgo que se puede estar generando en los actores no supervisados como los bancos”
ALEJANDRA KINDELÁN Presidenta de la AEB
“El actual marco regulatorio se diseñó para reducir las crisis y sus costes, pero ahora las prioridades son otras” La banca rechaza el modelo de ‘café para todos’ en forma de más exigencias de solvencia Los requisitos de capital se han multiplicado “exponencialmente” desde la gran crisis JUAN CARLOS ESCOTET Presidente de Abanca
“La gobernanza y el modelo de negocio son elementos determinantes para competir, más allá del tamaño” El sector aboga por una regulación que tenga en cuenta los riesgos específicos de cada entidad La supervisión única del BCE ha reforzado la confianza en el sistema en la última década
“Supone una media de 1,3 normas por día. Es una situación que resulta inmanejable”, criticó.
El banquero reconoció que, antes de la gran crisis financiera, existía un déficit en este frente que las autoridades han cubierto “con creces” en los años siguientes.
Tras la avalancha regulatoria inmediatamente posterior a la crisis, las autoridades entraron en una fase de menor desarrollo normativo, pero éste se ha vuelto a acelerar en los últimos años, según describió el banquero.
Este escenario ha supuesto que, actualmente, los costes regulatorios ya representen el 28% del margen básico de Abanca. “Supone más de 400 millones de euros al año. Tenemos que creernos realmente que tenemos un sistema financiero solvente; poner orden en la regulación y diseñar un esquema más eficiente”, instó.
Adquisiciones
Por otra parte, Escotet reiteró que Abanca está apostando desde hace años por una combinación de crecimiento orgánico e inorgánico, con nueve adquisiciones en la última década.
Tras estas compras, la entidad ha alcanzado un volumen de negocio de 125.000 millones. Este tamaño sitúa al banco en una posición “razonable para competir”, dijo Escotet, que recordó que, durante la anterior crisis financiera en España, se generalizó la opinión de que las entidades debían contar con un balance de al menos 100.000 millones para asegurar su futuro.
Escotet insistió, con todo, en que más allá del tamaño, “la gobernanza y el modelo de negocio” de las entidades son los elementos fundamentales.
“Hay oportunidades para que los grupos de perfil mediano-grande podamos ganar cuota de mercado”, apuntó.
Por su parte, la presidenta de la AEB, Alejandra Kindeinstar lán, indicó que el marco normativo actual, que calificó como “muy intenso”, se creó después de la gran crisis financiera, con el doble objetivo de reducir la probabilidad de crisis y el coste para los contribuyentes.
“Ha tenido su efecto. Hemos tenido una pandemia, la guerra de Ucrania, el aumento del coste de los suministros, la volatilidad que generaron los bancos americanos y la quiebra de Credit Suisse, y el sector se ha mantenido resiliente”, constató.
“Pero ahora las prioridades son otras. Hay que preparar a Europa para competir en un mundo muy complejo y multipolar. Europa tiene una hoja de ruta que es reforzar el mercado único y el foco está en crecer y competir. La banca necesariamente va a estar en el centro de esa agenda, porque el 70% o más de las necesidades de financiación del sector privado en Europa las cubre la banca”, apuntó.
En opinión de la presidenta de la patronal, “tenemos que ver cómo nos ayuda la regulación, valorar el marco que tenemos hoy, y complementar ese objetivo de estabilidad financiera y de seguridad en el que hemos estado muy volcados hasta ahora con otro objetivo que es crecer y competir”.
Kindelán incidió en que la regulación actual es muy compleja y planteó una “simplificación y una visión completa de los requerimientos”, junto a un mayor equilibrio entre seguridad y competitividad.
La directiva consideró que está complejidad es difícil de entender para el inversor: “Cuando les pregunto cuál es el principal problema para invertir más en nuestro sector, lo primero que nos apuntan es la falta de previsibilidad regulatoria. Es complicado entender esta complejidad”.
“El problema que tenemos en Europa es que nadie tiene el mandato de una visión completa de todos estos requerimientos regulatorios”, concluyó.
Kindelán, a su vez, volvió a a avanzar en la Unión Bancaria. “Con un mercado fragmentado no vamos a conseguir los objetivos de ser competitivos frente a China o Estados Unidos. Por lo tanto, la unión bancaria es fundamental y es a lo que tenemos que aspirar”, resumió.
Supervisor
El entorno regulatorio también fue objeto de atención por parte del supervisor, como explicó Elizabeth McCaul, miembro del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo.
“Me preocupan las implicaciones de la entrada de agentes que no están supervisados como entidades bancarias y que están posicionándose en ciertos segmentos de la banca. No tenemos una línea de visión directa sobre los riesgos que se pueden estar generando y las conexiones que puedan tener con la banca tradicional”, aseguró.
“Hay una necesidad considerable de analizar marcos que incluyan requisitos mínimos de reportes. En las crisis financieras siempre hay un riesgo emergente sobre el que no tenemos visión”, constató.
McCaul también puso en valor la supervisión única iniciada en Europa hace una década. “La construcción de la Unión Bancaria se inició con un único supervisor tras la crisis. Estoy muy satisfecha con la resiliencia del sector, demostrada cuando se enfrentó a la pandemia y a las dislocaciones en el mercado. Esta supervisión apareció para generar confianza”, dijo.
Ejecutivos de las principales entidades españolas y la patronal AEB coincidieron ayer en la existencia de margen para más concentración sectorial en España.
“Actualmente, la oferta en el sector es casi infinita. Ya no estamos en el mundo donde la distribución estaba ligada a las sucursales. ¿Cuántos oferentes hay de crédito al consumo e hipotecas en España? ¿Dos centenares?”, indicó José Antonio Álvarez, vicepresidente de Santander, durante el V FORO INTERNACIONAL EXPANSIÓN.
“Es muy difícil hacer un caso respecto a la falta de competencia en precios con un número de oferentes tan alto. Hay animales nuevos, como el capital riesgo y la banca en la sombra. No podemos pensar con el esquema antiguo de la sucursal”, remarcó.
En la misma línea se pronunció el presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet. “En el medio plazo, niego la mayor. No creo, en absoluto, que esta fusión [en alusión a la opa de BBVA] o cualquier otra de semejante tamaño suponga consecuencias relevantes en materia de precios para los consumidores”, indicó.
Indicadores
El máximo responsable de Abanca valoró que, aunque algunos indicadores de concentración como Herfindahl están en España en niveles superiores a los de sistemas financieros como el alemán, los precios que pagan los consumidores españoles por los productos y servicios bancarios están “claramente por debajo de la media europea”.
A este respecto, Escotet apostó por “desmontar el argumentario de que una concentración puede comportar distorsiones de precios”, lo que calificó de “visión antigua”.
“El ecosistema de oferta bancaria ha cambiado radicalmente. Existe una competencia feroz de las grandes tecnológicas con asimetría regulatoria”, subrayó.
Por su parte, Alejandra Kindelán, presidenta de la patronal AEB, recordó que en España hay un ecosistema muy diverso de bancos, “con una oferta inmensa y muy variada” de entidades que “compiten ferozmente” y a las que se suman los bancos digitales.
“En financiación a pymes e hipotecas, la banca española está por debajo de la banca europea en coste de crédito”, aseguró.
Respecto a la consolidación, Elizabeth MacCaul, miembro del Consejo de Supervisión del BCE, eludió pronunciarse sobre la opa de
BBVA, pero indicó que la institución ha analizado si existen requisitos regulatorios que frenan las fusiones.
“Lo que descubrimos es que el verdadero obstáculo es la fragmentación del mercado y la imposibilidad de operar como un mercado único”, finalizó.