Sacyr busca socio para su nueva filial de concesiones de 2.000 millones
La compañía, que vuelve al dividendo en efectivo, prevé pagar a sus accionistas un mínimo de 225 millones de euros en tres años. En 2025 nombrará nuevo CEO.
Sacyr ha trazado una hoja de ruta muy exigente para los próximos 10 años. Aunque el nuevo plan estratégico transcurre hasta 2027, la compañía estableció ayer compromisos hasta 2033 con el objetivo de triplicar el tamaño del grupo y convertirse, en palabras de su presidente, Manuel Manrique, “en la mayor empresa de concesiones del mundo”.
Para ello será clave Voreantis, la nueva plataforma de activos concesionales en operación (brownfield) que Sacyr pretende abrir a un socio financiero con una participación inferior al 50%. La nueva filial, cuyo perímetro está aún sin definir (Sacyr tiene una cartera de 53 concesiones en explotación) está valorada entre 1.700 millones y 2.000 millones de euros, por lo que la empresa aspira a captar en esta desinversión unos 1.000 millones de euros que empleará en crecimiento y, si hay margen, en remunerar al accionista.
La presentación del plan estratégico tuvo ayer una buena acogida entre los inversores, con un avance de la cotización del 0,45%, hasta los 3,5 euros por título. La constructora capitaliza en Bolsa 2.490 millones de euros, 1.000 millones menos que la valoración de su división de concesiones.
La empresa distribuirá un mínimo de 225 millones de euros en dividendos en efectivo hasta 2027, sin descartar el pago también en acciones (scrip dividend), lo que representa incremento anual de doble dígito.
La multinacional española prevé completar esta operación entre finales de 2025 y 2026, margen temporal que dedicará a la búsqueda de un inversor estable y de perfil financiero. Este tipo de activos, con ingresos predecibles a largo plazo, figuran en las carteras de los grandes fondos de infraestructuras y de pensiones. Entre las concesiones estrella en operación de Sacyr figura la autopista italiana Pedemontana-Veneta, el ferro