El comercio chino vuelve a crecer por la importación de equipos de IA
Pekín ha dado prioridad a la fabricación de alta tecnología para contrarrestar el colapso del mercado inmobiliario y la demanda de consumo. Las exportaciones también vuelven a crecer.
Las importaciones chinas de equipos necesarios para el desarrollo de la inteligencia artificial se han disparado este año, según datos oficiales. Este auge ha dado un impulso al crecimiento del comercio de la segunda mayor economía del mundo a medida que se intensifica la carrera mundial por liderar la IA.
El valor de las importaciones chinas de equipos de procesamiento automático de datos –que incluyen ordenadores y sus componentes– aumentó un 50% interanual en los cuatro primeros meses de 2024, según los datos oficiales publicados ayer. La importación de chips informáticos y otros productos de alta tecnología registró aumentos de dos dígitos respecto al mismo periodo del año anterior.
El boom de las compras de equipos de inteligencia artificial contribuyó a que el comercio chino volviera a crecer en dólares en abril, tras el descenso del mes anterior. Se produce en un momento en que el país se enfrenta a un aumento de las tensiones geopolíticas en torno a la política comercial e industrial.
El valor de las importaciones creció un 8,4% en dólares en abril respecto al año anterior, superando las expectativas de los analistas, que esperaban algo menos del 5% e invirtiendo el descenso del 1,9% registrado en marzo.
Las exportaciones también aumentaron un 1,5%, cumpliendo las previsiones de los analistas y revirtiendo el descenso anual del 7,5% registrado en marzo, cuando los precios más bajos afectaron a los productores.
“En cuanto a las importaciones, los buenos datos se concentran en unas pocas categorías”, declaró Lynn Song, economista jefe para China de ING. “Lo más importante en nuestra opinión es el objetivo de competir en la carrera de la IA”.
En comparación, muchas otras categorías de importación, incluidos los productos agrícolas, el carbón y los cosméticos, mantuvieron una fuerte contracción.
El comercio también creció en valor en el primer trimestre: las exportaciones aumentaron un 1,5% interanual en el periodo enero-marzo y las importaciones un 3,2%.
Estrategia
Para impulsar el crecimiento económico y hacer frente al colapso de la inversión inmobiliaria, la falta de confianza de los consumidores y la ineficacia del gasto en infraestructuras, las autoridades chinas confían en la reactivación del sector manufacturero, sobre todo en sus industrias de alta tecnología.
China registró el mes pasado un crecimiento del PIB del 5,3% en el primer trimestre frente al año anterior, y las autoridades han fijado un objetivo de crecimiento del 5% para 2024. No obstante, los analistas han advertido de que alcanzarlo puede ser ambicioso.
Aunque Pekín no ha introducido estímulos radicales, ha anunciado más ayudas a las fábricas, incluido un programa para que las industrias actualicen sus equipos y los consumidores compren nuevos electrodomésticos.
En el campo de la inteligencia artificial, China ha intentado crear una regulación propicia para fomentar el crecimiento, recurriendo a exenciones fiscales y subvenciones.
Sin embargo, las empresas tecnológicas nacionales también se han visto afectadas por las crecientes restricciones a las exportaciones de tecnología de Estados Unidos y sus aliados, que han amenazado con cortar el acceso a semiconductores y equipos de fabricación de chips vitales para el desarrollo de la IA.
Los economistas también han pedido a Pekín que haga más por reforzar la confianza de consumidores e inversores mediante medidas de estímulo directo y el refuerzo de la red de seguridad social.
La economía ha luchado contra la deflación, y los precios al consumo sólo subieron un 0,1% en marzo. China hará públicos el sábado los índices de precios al consumo y al productor de abril.
Los analistas de HSBC señalaron que la vuelta a un crecimiento positivo del comercio podría reflejar en parte “algunos brotes verdes” en la demanda mundial.
EEUU y Europa han acusado a Pekín de prácticas comerciales desleales y de aumentar la oferta muy por encima de la demanda interna, lo que ha llevado a los exportadores chinos a vender productos subvencionados y artificialmente baratos en los mercados internacionales.
En respuesta, las autoridades chinas han hablado cada vez más abiertamente de la política industrial del país.
El mes pasado, Xi explicó al canciller alemán, Olaf Scholz, que se encontraba de visita en Pekín, que las exportaciones del país estaban contribuyendo a mitigar la inflación mundial y apoyando la transición hacia las energías limpias.
El lunes, el presidente chino comunicó a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y al presidente francés, Emmanuel Macron, que China no tenía un problema de exceso de capacidad.
Los precios al consumo en el gigante asiático sólo subieron un 0,1% en marzo