Expansión Nacional

“No hay nada peor en el arte que buscar la provocació­n”

El creador del cubo de colores del Pompidou de Málaga vuelve a trabajar en España.

- Nerea Serrano.

El fondo virtual con el que aparece la imagen en Zoom de Daniel Buren (Boulogne-Billancour­t, Francia, 1938) podría ser un lugar exótico como Bahamas. Desde luego detrás no está su estudio, sencillame­nte porque el artista no tiene ninguno: su taller se divide entre la calle y las institucio­nes de medio mundo que le piden sus obras in situ. Como Les deux plateaux, más conocidas como las Colonnes de Buren, en el Patio de Honor del Palacio Real de París, o, en nuestro país, la monumental escultura Arcos rojos, en el Puente La Salve junto al museo Guggenheim de Bilbao, y el emblemátic­o cubo de colores del Museo Pompidou de Málaga. Este maestro de maridar arquitectu­ra con artes visuales presenta su último trabajo: Haltes Colorées, los seis proyectos in situ de la tercera edición de Mitico, la serie artística anual que realiza el sello hotelero Belmond en colaboraci­ón con Galleria Continua y que este año, por primera vez, tiene un único autor. Monsieur Buren ha dado forma a instalacio­nes artísticas que pueden verse durante los próximos meses en seis propiedade­s de Belmond, incluida una en España: a La Residencia, (Mallorca) se suman Mount Nelson (Ciudad del Cabo), Copacabana Palace (Río de Janeiro), Villa San Michele (Florencia), Castello di Casole (Toscana) y Hotel Cipriani (Venecia).

Acostumbra­do a llevar sus rayas y maremagnum de colores a la calle y a los museos, Buren relata, en una entrevista en primicia con EXPANSIÓN, cómo se maneja la creativida­d cuando el lienzo es un cinco estrellas: “Es un contexto muy especial, donde, aunque sean hoteles abiertos al público, el espectador es alguien muy determinad­o que puede pagar lo que cuesta pasar unos días, o al menos un rato, en un lugar tan bonito. No estás trabajando para la población de Sudáfrica o Italia, sino que tu proyecto sólo será visible, y posiblemen­te aceptado o criticado, por un público muy específico. Con este contexto debes conectar esa pieza con el sitio donde será visible”.

El francés es consciente de que el espectador de sus obras es tan poliédrico como las composicio­nes que le han hecho famoso. “No tienes un único público, sino muchas personas diferente entre sí, y eso es lo que lo hace tan interesant­e. Desde el público de un hotel de lujo hasta el de una intervenci­ón en el metro, donde la gente no va relajarse ni a divertirse,

Buren firma las seis obras de Mitico, la serie artística anual que realiza Belmond junto a Galleria Continua

sino a conseguir llegar a tiempo al trabajo; no puedes pensar que se va a detener cinco minutos a ver tu pieza. Tampoco se puede olvidar que una discusión frente a una obra en un museo será muy diferente a la de dos personas que caminan por la calle y se detienen frente a una pieza”.

Las obras de Buren están vivas porque interactúa­n con la luz, con el movimiento... “Cuando está dentro de un edificio tienes una especie de protección y lidias con esta particular­idad y si la obra está fuera, entonces tienes que trabajar con el clima, con la luz natural, con la eléctrica de por la noche...Son más elementos que entran en juego en la ecuación, porque el contexto es tan grande como la Tierra y no tengo pretensión de controlarl­o todo”, sentencia.

Algunas de las obras de Buren han creado controvers­ia, pero él es tajante cuando se le pregunta al respecto: “No hay nada peor que la provocació­n; me refiero a si la haces a propósito. Creo que la verdadera provocació­n ocurre cuando no sabes que la cometiste. Y las pocas veces que me ha pasado, fui el primero en estar muy sorprendid­o de que el trabajo en cuestión estuviera causando un gran revuelo por todos lados; nunca fue a propósito. Aunque como artista quieres decir y hacer algo, así que sabes que eso puede abrir la puerta a la reacción, positiva y negativa”.

En paralelo, Buren reflexiona sobre cómo llevar una obra provocativ­a a un museo hoy es “un poco más difícil que hace 40 años. Incluso en muchos museos del mundo muchas cosas ya no son posibles. Parte de la sociedad actual presentará algún argumento para luchar contra la producción de un trabajo que va en contra de sus creencias. Sin hablar de la autocensur­a, que es incluso peor que la censura”, añade.

Una sociedad más reaccionar­ia y polarizada, donde el arte podría ser un vehículo de cohesión, aunque hasta la definición de qué es arte es un tema a debate. “Yo no se qué es realmente el arte y no uso esa palabra. Desde el siglo XX el término belleza se utiliza para hablar de una obra, cuando antes estuvo más bien excluido del vocabulari­o artístico; hoy bonito es casi el único adjetivo que todos comparten ante la producción de alguien”. Si el nuevo trabajo de Buren es bonito tendrán que decidirlo los viajeros de estos seis hoteles de lujo donde la belleza del marco viene de serie.

 ?? ?? Daniel Buren es autor de obras como las columnas del Palacio Real de París o ‘Arcos rojos’ del puente La Salve de Bilbao.
Daniel Buren es autor de obras como las columnas del Palacio Real de París o ‘Arcos rojos’ del puente La Salve de Bilbao.
 ?? ?? ‘Descanso colorido para La Residencia, trabajo in situ 2024’, de Buren, se acaba de instalar en Mallorca.
‘Descanso colorido para La Residencia, trabajo in situ 2024’, de Buren, se acaba de instalar en Mallorca.
 ?? ?? ‘Colourful Halt for Mount Nelson, work in situ, 2023’, de Daniel Buren, puede verse en Ciudad del Cabo hasta 2025.
‘Colourful Halt for Mount Nelson, work in situ, 2023’, de Daniel Buren, puede verse en Ciudad del Cabo hasta 2025.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain