Más tensión política con el Estado de Palestina
El paso unilateral del Gobierno agrava la crisis con Israel, que llama a consultas a su embajador
La primera comparecencia del presidente del Gobierno en el Congreso de los Diputados, tras la inédita crisis institucional que causó con su pausa reflexiva de cinco días, resultó descorazonadora. En vez de desinflamar el debate político o de propiciar la recuperación de los consensos en materias de Estado, como prometió al anunciar que había decidido continuar al frente del Ejecutivo, Pedro Sánchez eligió plantear otro duro debate contra la bancada opositora. Su apuesta por reconocer ya el Estado de Palestina en un momento de máximo conflicto bélico en la zona ha resultado un nuevo factor de polarización. Se aprobará en el Consejo de Ministros del próximo 28 de mayo sin un debate previo en el Parlamento ni consensuarlo con el principal partido de la oposición, como debería suceder en una materia de Estado como es la política exterior. Máxime teniendo en cuenta que la mayoría de los grupos parlamentarios están a favor de la solución de los dos Estados para dar estabilidad a esta convulsa región de Oriente Próximo. Una posición que ha sido respaldada también por el Rey Felipe VI, por el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos
Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, y por gran parte de los gobiernos europeos.
Los esfuerzos diplomáticos estaban centrados por ello en cuándo dar este paso trascendental para las relaciones internacionales. Países como Francia defendían esperar al momento en que se dieran las condiciones para que tenga repercusiones prácticas y no quede reducido a un mero gesto simbólico. Sin embargo, Sánchez ha optado por hacerlo sólo de la mano de Irlanda y Noruega al no haber logrado convencer al resto de gobiernos de la UE pese a su ofensiva diplomática a lo largo de los últimos meses, agravando con ello la tensión diplomática mantenida con Israel, cuyo gobierno anunció la llamada a consultas de su embajador en España y avisó de las “graves consecuencias” de una decisión que consideran hostil. Si el objetivo del reconocimiento del Estado de Palestina era dejar patente el apoyo mayoritario de los españoles y sus representantes al pueblo palestino, hubiera sido más adecuado contar con el aval del Congreso de los Diputados, lo que habría dado continuidad a la posición ya expresada por esta institución. La Cámara Baja ya votó el 14 de noviembre de 2014 con el apoyo de todos los grupos políticos una proposición no de ley presentada por el PSOE que instaba al Gobierno, entonces presidido por Mariano Rajoy, a reconocer el Estado palestino. A las puertas de la campaña para las elecciones al Parlamento Europeo del 9 de junio, se adivina en el anuncio unilateral de Sánchez un claro tacticismo partidista, así como el ánimo de desviar el foco de las investigaciones judiciales que cercan a su círculo más próximo.