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VW estudia trasladar producción fuera de Alemania por el gas
CORTE DEL SUMINISTRO RUSO/ El grupo automovilístico podría llevar fabricación a países como España, Portugal o Bélgica.
El grupo automovilístico alemán Volkswagen (VW) estudia trasladar parte de su producción de Alemania hacia otros países menos dependientes del gas ruso si la crisis energética desatada tras la invasión de Ucrania se prolonga más allá del invierno.
Volkswagen es el mayor fabricante europeo del sector y el segundo del mundo, y sus fábricas de Alemania, República Checa y Eslovaquia están ubicadas en países muy dependientes del gas ruso que están sufriendo con severidad el corte de suministro del gasoducto Nord Stream decretado por Vladímir Putin en represalia por las sanciones internacionales tras invadir Ucrania.
La compañía dirigida por Oliver Blume, máximo responsable también de Porsche, afirmó este jueves que estudia varias fórmulas para contrarrestar la posible carencia de energía en sus factorías si la crisis se prolonga más allá del invierno. Una de ellas es el traslado de parte de la producción a otras factorías ubicadas en países poco dependientes del gas ruso y con fácil acceso a metaneros.
España y Portugal
Si Volkswagen aprueba la medida, podría favorecer a las factorías que posee en países como España (con plantas en Pamplona y Barcelona), Portugal o Bélgica, para los que el gas ruso no es esencial y, además, cuentan con plantas regasificadoras con terminales de GNL (gas natural licuado) que se proveen con recursos de otros países, según explicó un directivo a Bloomberg.
“Como alternativas a medio plazo, nos estamos centrando en las grandes localizaciones, el traslado de capacidad de producción o en alternativas técnicas, similares a las desarrolladas en el contexto de la falta de semiconductores y otros problemas de suministro recientes”, afirmó el responsable de compras del grupo Volkswagen, Geng Wu.
No obstante, la posible decisión no estaría exenta de dificultades.
El grupo, dueño de enseñas como VW, Audi, Porsche, Seat o Skoda, posee unos 295.000 empleados en Alemania y los representantes sindicales suponen casi la mitad del consejo de supervisión del grupo. Por ese motivo, si el fabricante decide sacar producción a otros países se haría de forma limitada y sin cerrar factorías para evitar conflictos laborales.