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El yen toca el nivel mínimo de 32 años frente al dólar
La moneda japonesa está en plena espiral bajista y sobrepasó ayer las 147 unidades por dólar
El yen se situaba ayer por encima de las 147 unidades por dólar en la negociación bursátil en Tokio, tras tocar un nuevo mínimo en 32 años respecto a la divisa estadounidense, alimentando las perspectivas de una nueva intervención nipona. El billete verde se movía en el rango de los 147,06 y los 147,45 yenes, tras haber llegado a tocar las 147,65 unidades durante las operaciones en Nueva York, un nivel no visto desde agosto de 1990 y muy por encima de la línea roja de los 145 marcada por Japón el septiembre para intervenir la divisa.
En vigilancia
Las autoridades japonesas observan “de cerca la evolución del mercado con un sentido de mayor vigilancia”, según ha reconocido estos días el ministro nipón de Finanzas, Shunichi Suzuki, tras acentuarse la depreciación del yen, que vive este año una espiral bajista que ha generado preocupación en el país.
“Tomaremos las medidas adecuadas contra la volatilidad excesiva”, dijo Suzuki durante una rueda de prensa tras la reunión de los jefes de Finanzas del G20 celebrada en Washington, donde explicó a sus homólogos los detalles de la reciente intervención por su Gobierno.
La actuación de la autoridad monetaria japonesa en septiembre fue la primera compra de yenes efectuada por el Ejecutivo japonés para tratar de estabilizar su divisa desde 1998.
Las autoridades llevaron a cabo otra intervención en 2011, pero en aquella ocasión fue para frenar la subida del yen a raíz de la crisis desatada por el terremoto y tsunami de marzo de aquel año.
La intervención del mes pasado, estimada en unos 2,84 billones de yenes (19.000 millones de dólares), provocó un repunte de la divisa japonesa, aunque pocos días después recuperó su tendencia bajista.
Esta depreciación se debe a la divergencia entre las subidas de tipos de interés que están aplicando EEUU y otros bancos centrales europeos y la política monetaria del Banco de Japón, partidario de mantener sus estímulos, que incluyen tasas ultrabajas en el actual contexto de subida de la inflación.