Expansión Pais Vasco - Sabado Int
La gran banca pulveriza expectativas y gana 16.000 millones, un 32% más
Las cuentas de resultados de la gran banca todavía no reflejan el frenazo económico. Eso es al menos lo que dicen los números de actividad al cierre de septiembre reportados estos últimos días por las seis grandes entidades.
Los banqueros aprecian desde octubre una cierta ralentización de la contratación de hipotecas. Por lo demás, el único freno tiene que ver más con la mala situación de los mercados que con una caída del consumo por el deterioro macroeconómico. Las inercias son muy fuertes y la banca se sigue beneficiando de ello.
Provisiones y dividendos
La morosidad continúa bajando y los bancos no han visto la necesidad de reforzar el colchón de provisiones, a pesar de las reiteradas recomendaciones del BCE. La mayoría tiene las provisiones Covid intactas o casi intactas y están tirando de ellas.
Tampoco ven razones, por la misma razón, para recortar su política de dividendos. Sabadell, incluso, ha decidido elevar su pay out (porcentaje del beneficio que se reparte entre los accionistas). Era el más bajo de la banca y ha saltado del 30% al 40%.
El margen de intereses ha empezado recoger con claridad este trimestre la escalada del euribor y de los tipos de interés, pero de muy diferente manera. BBVA y Santander lo han notado especialmente gracias a que captan mucho negocio en países con altos tipos de interés y desde hace mucho tiempo. Unicaja, en cambio, todavía no ha visto crecer esta rúbrica de la cuenta de resultados en el acumulado anual. Y CaixaBank experimenta una tímida caída.
Las carteras hipotecarias tardan hasta 12 meses en repreciar su rentabilidad a las progresivas subidas del euribor.
La llamada banca tradicional, a excepción de Sabadell, se está resistiendo a mejorar la rentabilidad de sus cuentas y depósitos. Toda la batalla está en manos de la banca digital, necesitada de ampliar su masa crítica de usuarios cuanto más rápido mejor.
En las presentaciones de estos días, todos los banqueros han asegurado que será difícil que presenciemos una verdadera guerra del pasivo porque los bancos están muy holgados de liquidez.
Los bancos, como todas las empresas, están acusando cada vez más la llamada inflación de costes. Especialmente BBVA y Santander, porque las economías latinoamericanas suelen tener los salarios de las plantillas ligados al IPC. Los gastos de explotación de BBVA repuntan un 12,8% en lo que va de año y los de Santander, un 11,5%.
Las entidades que se han fusionado recientemente han neutralizado el impacto de la inflación gracias a los ahorros de costes aflorados con el recorte de redes comerciales y de plantillas. Los gastos de Unicaja caen un 8,4% y los de CaixaBank, un 5,9%.
El margen de interés repunta con fuerza en los bancos con alta presencia fuera de Europa
Los banqueros no ven necesario por ahora ni reforzar las provisiones ni rebajar dividendos
Liquidez en el BCE
Todos los bancos europeos dirán pronto adiós a los llamados beneficios caídos del cielo que llevan obteniendo desde verano de la mano de las líneas de liquidez TLTRO. Este maná ha durado apenas dos meses, pero ha reportado grandes beneficios sin necesidad de hacer nada a todas las entidades.
El sector bancario da por hecho que el impuesto anunciado por el Gobierno, sobre el que el BCE se pronunciará pronto, acabará aprobándose. Los grandes bancos están luchando para que afecte a todas las entidades que operan en España. Todavía no está claro si se devengará en 2022 y 2023 o en 2023 y 2024.
Si se cumplen las previsiones de los analistas, BBVA y Santander cerrarán el año con el beneficio más alto de su historia gracias a su alta diversificación geográfica.