Expansión Pais Vasco - Sabado Int
Florette crecerá un 7% y recuperará las ventas pre-Covid
“Sufrimos una inflación récord desde el verano de 2021, con incrementos en el precio de la materia prima superiores al 40% y muy afectados por el incremento del coste de la energía, ya que nuestros productos se conservan en frío casi desde el mismo momento que se cosechan. Los precios en el sector han subido entre un 5% y un 7% de media y hemos generado eficiencias, pero no es suficiente”, asegura Fermín Aldaz, director comercial y de márketing de Florette Ibérica.
La empresa reconoce que “los márgenes están sufriendo” y que aún “puede haber una inflación que no ha llegado”, relacionada con las subidas salariales y las nuevas cargas impositivas, como el inminente impuesto al plástico que “va a traer más costes y más inflación”.
Florette tiene ante sí otro resto que afecta fuertemente a la compañía y que le ha impactado especialmente este año: el cambio climático. “Estamos antes el año más complicado para el abastecimiento de producto en dos décadas. El calor ha generado menos producción, no sólo en nuestro caso, sino en el de todos, lo que está elevando todavía más los precios”, indica el directivo.
Y, pese a todo, Florette tiene motivos para ser “moderadamente optimista”. Las seis plantas de producción que tiene el grupo en España le han permitido alternar centros de producción y su negocio tanto en retail como en hostelería le ha ayudado a capear mejor los vaivenes en los hábitos de consumo provocados por la pandemia y, más tarde, por la inflación.
“Somos la única empresa de nuestro sector relevante que vende con marca y representamos el 45% del valor del mercado de ensaladas preparadas y embolsadas. Aunque la marca blanca ha crecido, este liderazgo nos ha ayudado a resistir bien y a crecer al mismo ritmo que el mercado”, señala Aldaz.
Crecimiento del 7%
Florette espera cerrar este año con un incremento del ventas del 7% y una facturación de 215 millones de euros, lo que le llevará a recuperar su nivel de negocio previo a la pandemia.
La empresa es, además, optimista de cara a 2023. “Hay que tener precaución, pero de momento el consumo fuera del hogar se sigue recuperando y la vuelta del turismo ha ayudado a las ventas. Si no ocurre nada raro, creemos que puede ser un año nuevo”, explica la empresa.
La empresa seguirá apoyándose en la innovación para crecer, con una media de 20 lanzamientos al año, aunque su negocio se mantendrá enfocado en las ensaladas y productos adyacentes.
Florette sigue de cerca las operaciones de concentración que se están produciendo en el campo, sobre todo lideradas por fondos de inversión. “Este no es un sector especialmente rentable, pero es anticíclico porque el estómago hay que llenarlo todos los días y por eso ahora es atractivo para los inversores. Dicho eso, nuestro crecimiento seguirá siendo principalmente orgánico”, afirma Aldaz.
Ninguna operación refleja mejor el cambio de paradigma en la industria europea de Defensa de este año, provocado por la guerra en Ucrania, que la venta de la empresa española Expal Systems al grupo Rheinmetall.
El pasado domingo, esta compañía alemana anunció la adquisición de la filial del grupo Maxam dedicada a la fabricación de municiones para ejércitos de todo el mundo por 1.200 millones de euros, un importe récord para ese sector en España.
El precio rompe cualquier expectativa. Según George McWhirter, analista de Berenberg, “supone una prima del 25% sobre el múltiplo medio de las empresas europeas de Defensa”.
Para Maxam, firma controlada en un 75% por el fondo estadounidense Rhône Capital y en un 25% por directivos y otros inversores españoles, se trata de una transacción con dos grandes efectos positivos. Por un lado, le permitirá enjugar buena parte de su deuda, situada ahora en unos 900 millones de euros, y además pagar un jugoso dividendo extraordinario a sus accionistas.
En 2018, cuando Rhône entró en Maxam al comprar un 45% a Advent Internacional, el grupo español de explosivos y armamento fue valorado en 600 millones. En 2020 tomó el control a un precio algo superior. Es decir, la venta de Expal, que en 2021 supuso una cuarta parte del beneficio bruto operativo (ebitda) del grupo, supone unas enormes plusvalías implícitas para su actual propietario.
Futura venta
El otro factor positivo de la transacción para Rhône es que deja una empresa más “limpia” a la hora de una futura venta. Algunos inversores y bancos prefieren no invertir en el sector de Defensa, que Maxam abandonará cuando se cierre la venta de Expal. Su negocio se centrará a partir de entonces en la fabricación de explosivos para la industria civil (principalmente minería) y en munición para la práctica de la caza y el tiro. Su único flanco débil es cierta presencia en Rusia. En el ejercicio terminado en 2022, el grupo facturó 1.014 millones, con un ebitda de 235 millones.
Pese a la generosa valoración, la cotización de Rheinmetall subió esta semana en la Bolsa alemana tras presentar la compra, y su capitalización asciende a 7.600 millones de euros. El mercado confía en la capacidad del grupo para disparar las ventas de Expal, usando al máximo sus seis plantas en España y la de Estados Unidos para suministrar a los gobiernos occidentales en sus programas de refuerzo bélico tras la guerra de Ucrania.
Según el grupo con sede en Dusseldorf, su nueva filial española facturará 400 millones de euros en el ejercicio que cerrará en agosto de 2023 (doble respecto a 2021), cifra que ve posible duplicar de nuevo hasta 700-800 millones en los próximos años. La empresa confía en mantener un margen de ebitda sobre ventas del 30%, lo que implicaría llevar el beneficio bruto operativo por encima de los 200 millones de euros.
Tomando esta referencia, el múltiplo de la transacción bajaría de forma significativa desde las 10 veces que ahora calcula Rheinmetall (al utilizar el ebitda esperado en el ejercicio que 2023) hasta apenas 6 veces.
Armin Papperger, consejero delegado de Rheinmetall, explicó a los analistas el pasado lunes que “la OTAN requiere a los países que tengan un inventario mínimo de munición equivalente a 30 días de combate”, algo que casi ninguno cumple como consecuencia del envío de armas a Ucrania. En Alemania se estima necesaria una inversión de 20.000 millones para cumplir con ese requisito.
Rheinmetall todavía no ha diseñado la estructura de financiación de la compra, que depende de autorizaciones de Competencia en Bruselas y del control a la inversión extranjera en sectores estratégicos por parte de los gobiernos en España, Estados Unidos y otros países donde Expal es un suministrador clave. Por ejemplo, Filipinas figura entre los principales mercados de la empresa española, que emplea a 800 personas y tiene plantas en Burgos, Cáceres, Murcia, Albacete y Asturias.
En 2022, Rheinmetall ha subido un 110% en Bolsa. Otras empresas europeas de Defensa beneficiadas por la nueva situación geopolítica son la británica BAE Systems (se revaloriza un 37%) y la italiana Leonardo (15%).
El grupo espera cerrar el año con 215 millones en ventas, recuperando el nivel de negocio de 2019
Sin el negocio de Defensa, la firma de explosivos atraerá más inversores en una futura venta