Powell anticipa otra subida de tipos del 0,75%...
LA FED NO FRENA / El presidente de la Fed recalca, en un duro discurso en Jackson Hole, que el objetivo es reducir la inflación y que no pararán porque un mes el dato haya sido mejor de lo esperado. Seguirán apretando a la economía “aunque duela”.
El idílico paraje de Jackson Hole no ha servido para templar los ánimos del presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos. Jerome Powell está decidido a ganar la batalla a la inflación y en su discurso en el famoso simposio recalcó que, a su juicio, será necesaria otra subida de tipos de 75 puntos básicos en Estados Unidos, la tercera consecutiva.
“Podría ser necesaria otra subida inusualmente grande en nuestra próxima reunión”, indicó Powell. Los expertos consideran un alza de 75 puntos básicos como la bomba nuclear del endurecimiento monetario y ha sido tratada por el presidente de la Fed como algo inusual sólo aplicable dadas las circunstancias extremas. Con esta frase adelanta que, salvo cambio radical de la inflación en las semanas previas a la próxima cumbre, repetirán el movimiento.
El banquero central acaba así con las esperanzas de los inversores de que la autoridad monetaria estadounidense pudiera levantar algo el pie del acelerador.
Tras una caída mayor de lo esperado de la inflación en julio, en los mercados consideraban que podía optarse a un alza de 50 puntos básicos en septiembre, con el objetivo de seguir elevando el precio del dinero, pero con un ojo puesto también en no dañar en exceso el crecimiento económico. No será así.
Proceso doloroso
Powell dejó claro que un buen dato en un mes no es suficiente para compensar todas las sorpresas al alza que ha sufrido la inflación en el último año y que deben seguir apretando para garantizar la estabilidad de precios en Estados Unidos aunque el proceso “cause dolor a las familias y a las empresas”.
“Aunque los mejores datos de inflación en julio son bienvenidos, un solo mes de mejora se queda corto respecto a lo que el Comité necesita ver antes de tener la confianza suficiente respecto a que la inflación está bajando”, explicó Powell al exponer los motivos por los que no quiere reducir en ritmo de endurecimiento del precio del dinero.
En un discurso corto y muy directo para lo que suele ser habitual en una conferencia de corte académico como lo es el simposio de Jackson Hole, Powell indicó que “reducir la inflación desde los niveles actuales conllevará un periodo sostenido de crecimiento por debajo de la media”, pero insistió en que “fallar en alcanzar de nuevo la estabilidad de precios traería un daño mucho mayor”.
El banquero central lanzó un salvavidas al mercado al señalar que “llegará un momento, si se prolonga el endurecimiento monetario, en el que será apropiado reducir el ritmo”. Simplemente, por sus palabras, no parece que ese momento vaya a ser en la próxima cumbre.
Si la Fed opta por elevar los tipos nuevamente en 75 puntos básicos el próximo mes, la horquilla se situará entre el 3% y el 3,25%.
Estados Unidos habrá afrontado un endurecimiento monetario de 300 puntos básicos en cuestión de algo más de medio año. Se trata del aumento de tasas más veloz desde la década de los 90.
Powell dice que fallar en alcanzar la estabilidad de precios traería un daño mucho mayor
Los expertos ven en un alza de 75 puntos básicos una bomba de endurecimiento monetario
El presidente de la Fed apunta que el precio del dinero subirá en septiembre hasta el 3%-3,25%
A medio plazo el precio del dinero en Estados Unidos podrían superar el 4%
Tipos altos más tiempo
En su discurso, Powell también lanzó una estocada a las expectativas del mercado de que los tipos lleguen a un nivel alto para bajar después rápidamente.
Según señaló el presidente de la Fed “restaurar la estabilidad de precios requerirá mantener una política monetaria restrictiva durante cierto tiempo”.
Los inversores habían manejado la idea de que las rápidas alzas de tipos en lo que va de año podrían llevar a una relajación temprana de la política monetaria. De hecho, por momentos incluso llegaron a descontar por entero un recorte de tipos de 75 puntos básicos ya en 2023.
Según aseguró el banquero central, “la historia advierte con rotundidad de los riesgos de relajar prematuramente la política monetaria”.
“Los mercados estaban luchando contra el posicionamiento de la Fed y Powell ha contraatacado con su discurso. Las palabras del presidente son una dosis de realidad”, explica Callie Cox, analista de inversiones en Estados Unidos de eToro.
“El objetivo del discurso ha sido alinear con la realidad las expectativas de los miembros del mercado que creían que iba a haber rebajas de tipos ya en 2023. Eso no va a suceder, parece querer decirles Powell”, explica Frederik Ducrozet, economista de Pictet WM.
Powell incluso dejó caer que el objetivo de los tipos de interés de la Fed a medio plazo podría estar por encima del 4%. Según señaló, “las proyecciones individuales de los miembros del Comité situaban la media de los fondos federales ligeramente por debajo del 4%, pero estas cifras se revisarán en septiembre”.
Con una nueva gran subida de tipos por delante, no cabe duda de que la media de las proyecciones de los banqueros centrales estadounidenses se situará por encima de ese nivel, en terreno ya abiertamente contractivo. De hecho, los tipos de interés en el país no han alcanzado esas cotas desde antes de la gran crisis financiera global.
“Nuestra responsabilidad de proporcionar estabilidad de precios es incondicional”, confirmó Powell. Y el presidente de la Fed parece decidido a llevarlo a cabo caiga quien caiga.
Powell no rehúye su papel de actuar contra la inflación ante la difícil situación macroeconómica. Pese a que parte del crecimiento de los precios a nivel global viene dado por la guerra en Ucrania y el enorme shock energético que ha provocado, “los bancos centrales deben y pueden tomar la responsabilidad de proporcionar una inflación estable y baja a sus economías”.
Con menciones al papel de los expresidentes de la Fed Paul Volcker y Ben Bernanke, Powell asegura que la Fed tiene un papel importante que realizar a la hora de moderar la inflación actual y que la historia prueba que puede hacerse, pese a la dificultad adicional que suponen los elementos externos.
La Fed tiene en mente que cuanto más tiempo permanezca alta la inflación, más se fijará en las decisiones de los consumidores y las empresas y más difícil será reconducirla. Por ello, prefiere seguir actuando con contundencia. La institución considera que no hay margen de error.
“Estamos dando pasos rápidos y contundentes para moderar la demanda, para que se alinee mejor con la oferta económica y para mantener las expectativas de inflación ancladas en nuestro objetivo. Seguiremos haciéndolo hasta que estemos seguros de que el trabajo está terminado”, resumió Powell respecto a la visión de los próximos movimientos de la Fed.